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La Asociación de Socorristas de Balears entiende que las condiciones que ofrece el Ayuntamiento de Ciutadella para llevar a cabo el servicio en las playas sigue siendo insuficiente, a pesar del incremento del precio de la licitación.
El presidente de la entidad, Marcos Pérez, considera que «el presupuesto tendría que ser el doble para poder dar un servicio de salvamento y socorrismo óptimo». Pérez asegura, sin embargo, que el aumento del contrato «puede representar leves mejoras para los trabajadores», que continuarán en situación precaria un año más, tras haber denunciado su situación verano tras verano.

Para Pérez las cifras son fáciles. «Si cogemos el contrato que tiene Cruz Roja en Ferreries y lo trasladamos, ningún pliego de condiciones reúne las mínimas garantías». Por ello, culpa a las administraciones de la situación laboral que viven los socorristas, ya que aceptan ofertas a la baja de empresas que ganan concursos a costa de «explotar» a sus trabajadores, asegura. 

El presidente de la entidad mantiene que Ciutadella «es de los peores municipios en cuanto a infrestructuras en las playas». Lamenta que «no tenemos ningún sitio donde poder hacer atenciones en caso de emergencia». Respecto a la vigilancia en las playas de Es Degollador y Sa Caleta, afirma que se hará por mar. «Mejor esto que nada, pero no es efectivo», declara.

Ayuntamiento reconoce que no es perfecto

El Ayuntamiento de Ciutadella defiende que ha aumentado la partida presupuestaria para minimizar las deficiencias del servicio de socorrismo y acabar con la precariedad laboral del sector, aunque reconoce que para cumplir las exigencias de la Dirección General de Emergencias deberían disponer de medio millón de euros. A partir de aquí, explica el concejal Oriol Baradad, han negociado con Emergencias la manera de garantizar la calidad del servicio reduciendo costes e intentando no tocar los salarios. Una de las principales mejoras ha sido la catalogación de las playas, una reclamación histórica de Emergencias, que hasta ahora no se había realizado. Esta modificación les ha obligado a aumentar el servicio de vigilancia. En la zona norte, una embarcación vigilará en Cala Pilar,  Cala Morell, Cala Carbó y Es Bot, y otra en Serpentona, en el sur, para atender a Macarella y Es Talaier. Baradad explica que «es un primer paso, pero sin duda una mejora respecto al año pasado».