Retenciones para acceder a la finca de Santa Anna, donde está el aparcamiento. | Josep Bagur Gomila

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A partir del 10 de septiembre ya no será posible volver a aparcar en el parking privado de Macarella, el único de pago en toda la Isla, y que ha estado funcionando a lo largo de las últimas dos décadas, con paréntesis puntuales.

El Ayuntamiento de Ciutadella ha ordenado a la propiedad su cierre en un plazo máximo de 15 días por no disponer de las licencias y autorizaciones pertinentes. Al expediente hay que sumar una sanción económica por la actividad irregular. Así pues, una vez finalice la temporada alta se procederá a su clausura definitiva.

Desde el Consistorio reconocen que la denuncia de un particular al Defensor del Pueblo «ha precipitado el momento», pese a que tenían previsto actuar de todos modos.

El aparcamiento, ubicado en la finca de Santa Anna, cobra durante el verano un peaje de cinco euros a cada vehículo y tres por motocicleta en concepto de visita a la finca rústica. El portavoz de la propiedad, Pere Bagur, a través de su perfil de Facebook, publicó un escrito en el que «lamenta la decisión municipal de ordenar el cierre del parking» y advierte de las consecuencias que acarreará la clausura. El plan especial que afecta a Macarella contempla tan solo un aparcamiento, público, que se encuentra a 750 metros del de pago y que tiene una capacidad para 160 coches. El parking privado puede alojar hasta 350 vehículos, por tanto, supera en más del doble la capacidad legalmente establecida, incrementando el riesgo de incendio en una zona declarada ANEI. Además, favorece el incremento del tráfico rodado en un espacio con los accesos muy estrechos, contribuyendo al colapso y dificultando la circulación y las tareas de emergencia.