El GOB y Menorquins pel Territori organizan esta acción en Fornells para exigir más protección de la zona | ARCHIVO

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GOB y Menorquins pel Territorio organizan la excursión reivindicativa «¡Salva la reserva marina en el norte!» este sábado para exigir más protección de la zona. Empezará en la entrada del estacionamiento de las playas de Fornells a las 10 horas, con una caminata por la costa. Dos horas más tarde, en la torre de Fornells se leerá un manifiesto y se «abrazará el mar» de forma simbólica. Será la primera movilización de Menorquins pel Territori desde que el colectivo, con unos 150 simpatizantes, se manifestara contra las prospeciones petrolíferas.

Y es que una embarcación y tres vigilantes deben salvaguardar la reserva marina de la costa norte de Menorca. Entre ellos, los dos inspectores de pesca y los efectivos del Seprona no dan abasto para proteger estas 5.119 hectáreas de la pesca furtiva. Así lo aseguran el GOB y Menorquins pel Territori, que denuncian que desde los recortes en la Conselleria de Medio Ambiente que aplicó el anterior gobierno del Consell se ha incrementado la pesca profesional y deportiva en el área protegida.

Los ecologistas afirman que no se están cumpliendo las limitaciones pesqueras en la reserva, que desde 1999 ha sido un espacio clave para la repoblación de especies como la langosta, y exigen una mayor coordinación entre los sistemas de protección. «Hace tiempo que no hay vigilancia por las noches ni los fines de semana» afirma Miquel Camps, «y eso crea un efecto llamada incluso entre quienes hasta ahora cumplían las normas».

Como defiende el miembro de Menorquins pel Territori Andreu Servera, esta llamada de atención se realiza para defender «la biodiversidad marina, pero también la economía de los pescadores menorquines». Recuerdan que la petición de la reserva fue popular y que contó con el apoyo de las cofradías de pescadores, los clubes náuticos y la federación de pesca submarina y lamentan que ahora sean los pescadores foráneos quienes, según dicen, se beneficien de la riqueza del fondo marino que va desde la bahía de Fornells hasta el Cap Gros y en la que se han contabilizado 628 especies de algas rodofíceas, peces y moluscos.

El conseller de Medio Ambiente y Reserva de la Biosfera Javier Ares reconoce que la falta de medios es real y que no se pueden cubrir las 24 horas de vigilancia durante los 7 días de la semana. Solo uno de los vigilantes tiene el título de patrón de barco, algo que espera esté solucionado de cara al verano «para que las rotaciones sean más efectivas». También se ha reforzado el control con una inspectora de pesca más, que se incorporó en noviembre, y la Isla cuenta ahora con dos inspectores. Ares espera el informe del Govern sobre el estado del recurso pesquero para evaluar si las malas prácticas están afectando de forma preocupante.

Afirma que, por ahora, no le consta que hayan aumentado el número de pescadores furtivos y que se está persiguiendo. El año pasado se sancionó a algunas embarcaciones con multas de hasta 60.000 euros, aunque admite que cazar a los infractores resulta «un proceso lento». Respecto a la posibilidad de aumentar la vigilancia, cree que «nunca será factible al 100 por cien» porque «la pesca furtiva se da hasta en Cabrera, que es la reserva marina mejor protegida de Balears».

En ese sentido, Ares prefiere optar por la concienciación. Espera que el Govern convoque una comisión de seguimiento de la reserva marina. Anuncia una rezonificación de la Reserva de la Biosfera en la que se planteará que el área de protección integral de la reserva marina sea núcleo de Reserva de la Biosfera, y recuerda que mantiene su intención de proteger otras áreas marina, como la de la Illa de l'Aire.