Maite Salord, junto a Cristina Gómez y Susana Mora, en el transcurso del discurso institucional de Sant Antoni. | Gemma Andreu

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Reivindicativo, con una batería de temas pendientes, cargado de guiños a la unión de fuerzas y solidario hacia los más necesitados. El discurso institucional de la Diada de Menorca que ofreció este martes la presidenta del Consell, Maite Salord, no perdió su tono crítico pero, a su vez, tendió claramente su mano para que haya «una multiplicidad de voces pero con un mismo mensaje».

Visiblemente emocionada por tratarse, probablemente, del último discurso de Sant Antoni que ofrezca como presidenta de la máxima institución insular, Maite Salord se marcó dos retos. Por un lado el traspaso de competencias de promoción turística que «hasta el momento no hemos sido capaces de hacer efectiva», pero que espera que «en los próximos meses ya sea una realidad», y por otro, la puesta en marcha de la Comisión General de Consells insulares.

Clamó por una voz unánime y reivindicativa que permita dar un giro a las políticas de un Estado que «no es sensible a nuestra realidad». Fue muy crítica con cuestiones históricamente demandadas como un Régimen Especial Balear y la mejora de la financiación autonómica, esta última, una cuestión «inaplazable» porque «casi 6.000 millones de euros de las Islas se han destinado a financiar recursos de otras comunidades, mientras la nuestra padece un déficit estructural de financiación que limita inversiones muy necesarias». También aludió a las inversiones estatutarias que «aún deben hacerse realidad» como la de s'Enclusa. Son una batería de temas que ya reclamó en su primer discurso institucional de Sant Antoni.

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Sí aplaudió un primer avance producido gracias a esta unión para reivindicar una tarifa máxima universal entre islas «necesaria, pero no suficiente» para que «no nos sintamos ciudadanos de segunda».

Pero su aluvión de críticas también salpicó a Europa al considerar que «los valores que sustentan el proyecto europeo están hoy cuestionados por la incapacidad de dar respuesta» a la crisis de los refugiados.

Anunció, además, que este ejercicio será el del inicio de la revisión del PTI, una herramienta que, según Salord, lleva implícitos temas tan importantes como las zonas donde ubicar instalaciones de energías renovables o donde autorizar el alquiler turístico plurifamiliar.

Patria, autogobierno y entidad política propia también coparon parte de su discurso institucional. Y es que para Salord, «los menorquines tenemos el deber y privilegio de continuar construyendo nuestra pequeña -inmensa- patria», porque Menorca es un «territorio con identidad y cohesión suficientes por ser una entidad política propia».