Joan Pons (2i) lleva la Fundación Jaume III al centro de la polémica.

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La directiva de la Fundació Jaume III salió ayer en defensa de su director, el menorquín Joan Pons Torres, en el punto de mira del sector crítico, que ha acabado con la salida de cinco de sus 16 patronos, por discrepancias con la gestión de Pons.

«Desde el patronato de Sa Fundació manifestamos nuestro respeto hacia la persona de Joan Pons Torres, y todo nuestro apoyo a su correcta gestión como director», aseguran a través de un comunicado remitido a los medios de comunicación.

Entre las críticas a Pons Torres destacan el trabajo que hace para Societat Civil Balear y Mos Movem, entendiendo que el tiempo que dedicaba a esta causa lo tenía que haber destinado a trabajar y cumplir los objetivos de Sa Fundació, entidad que paga la nómina de Pons Torres. Incluso criticaron que organizara en la sede de Sa Fundació la protesta de febrero en Palma, a la que Jaume III no se adhirió. En el comunicado, el patronato no cuestiona «la ayuda personal que Joan Pons haya podido prestar para la constitución de Societat Civil Balear». Es más, «animan» a sus socios y simpatizantes a «colaborar» con Mos Movem y Societat Civil Balear, ya que también «defienden y emplean públicamente nuestras modalidades insulares».

La dirección de la Jaume III denuncia los «ataques» y las «descalificaciones» que ha padecido Joan Pons, del que destacan que «ha aguantado con firmeza y serenidad», a la vez que pone en valor «su fidelidad mostrada estos años a los principios y valores de Sa Fundació». Lamentan eso sí, tras afirmar que aceptan «la pluralidad de los patronos», que estas divergencias hayan derivado en «un un ataque ad hominem contra nuestro director». Pese a ello, agradecen la labor de los patronos dimitidos, en especial al hotelero Gabriel Barceló por «su inestimable ayuda para crear Sa Fundació».

El patronato asegura que «no va a rebajarse» y no entra a valorar las descalificaciones para no poner en duda «el prestigio ganado» por Sa Fundació por «respeto a nuestros socios y voluntarios». Sin embargo sí que lamentan «lo que algunas personas están haciendo al balearismo, anteponiendo sus intereses personales a la causa de todos». Abogan por unir esfuerzos y anuncian que Sa Fundació «sigue adelante con este ilusionante proyecto en defensa de la lengua y cultura balear».