Algunos vecinos de la urbanización quieren vender la casa y la concesión lo complica. | Javier Coll

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Las tres administraciones públicas implicadas en la gestión del Parque Natural de S'Albufera des Grau no están dispuestas a ampliar las concesiones del medio centenar de viviendas que se encuentran en la zona de Shangri-La, unas autorizaciones que acaban en 2038. A partir de entonces se puede hacer efectiva la expropiación y demolición, si se considera oportuno, de estas casas.

Esta posición se transmitió a los representantes de los vecinos en una reunión que ha tenido lugar esta misma semana en el Ayuntamiento de Maó. La anfitriona, la alcaldesa Conxa Juanola, explica que una ampliación de la concesión supone una rebaja del nivel de protección de este espacio, «y no estamos dispuestos a hacerlo, no es una cuestión que creamos que se deba revisar. Cuando compraron las casas ya conocían su situación legal».

Es más, duda incluso de que sea posible, a pesar de las expectativas que se hayan podido dar a los propietarios en mandatos anteriores, puesto que se trata de un parque natural en un espacio considerado como LIC y ZEPA, por lo que una modificación de la normativa reguladora de S'Albufera des Grau podría requerir autorizaciones por parte de administraciones de rango superior. «No depende al cien por cien del Govern».

Los propietarios de Shangri-La tienen sus casas en régimen de concesión desde 1988. Sus pretensiones son ampliarla hasta finales de siglo, como ha hecho Costas con sus autorizaciones cerca del mar. Esto facilitaría, por ejemplo, las operaciones de venta.