Imagen del complejo hotelero Milanos-Pingüinos, en el punto de mira. | Josep Bagur Gomila

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Tuvieron un origen legal y en ningún momento estuvieron en una situación de fuera de ordenación. Así lo certifica el Govern en un extenso informe de 23 páginas sobre el complejo hotelero Milanos-Pingüinos de Son Bou, en el punto de mira después de que la cadena Meliá Hotels International presentara proyecto para su reforma.

El Ejecutivo autonómico concluye que «el reconocimiento expreso» de la existencia de los hoteles en todos los distintos planeamientos urbanísticos (posteriores a su construcción) «imposibilita su posible consideración como edificación fuera de ordenación».

Pero, además de la plena legalidad de las dos torres, el departamento de Ordenación del Territorio del Ejecutivo autonómico aporta la licencia definitiva, así como el recibo correspondiente a las tasas municipales por la concesión de la licencia y el certificado oficial de final de la dirección de obra, documentos que el Ayuntamiento de Alaior no localizó en los archivos municipales.

El informe balear que tuvo registro de entrada en el Ayuntamiento de Alaior el pasado día 7 de septiembre y al que ha podido acceder «Es Diari» desmonta los argumentos esgrimidos por el Consistorio para aprobar la suspensión durante un año de las licencias en la zona.
La Dirección General de Ordenación del Territorio ha hallado estos documentos en los archivos del Colegio Oficial de Arquitectos que, a pesar de ser un expediente antiguo, el mismo número de expediente se fue manteniendo para todas las actuaciones que se realizaron en esa parcela.

Explica el director general Luis Corral, en este documento, que el arquitecto autor del proyecto solicitó al Colegio de Arquitectos el libro de órdenes que, para tramitarlo se exigía indicación de la fecha de concesión de la licencia. Es por ello que adjunta una copia del certificado municipal con fecha del 4 de diciembre de 1971 que da cuenta de esa licencia municipal concedida por la Comisión Municipal Permanente el día 30 de noviembre de ese mismo año.

El alcalde certifica en este documento que la Comisión Municipal Permanente ha estimado que el proyecto reúne las condiciones y que después de que el arquitecto municipal Víctor A. Tolós Mitjavilla, haya informado favorablemente la construcción de las obras solicitadas, por unanimidad, acuerda conceder licencia municipal para construir los dos citados hoteles.

En los archivos colegiales también se encuentra el recibo con fecha de 4 de diciembre de 1971 correspondiente a las tasas municipales por la concesión de licencia y por valor de 1.225.530 pesetas, así como el certificado oficial de final de obras del 18 de abril de 1973 «que tampoco había sido localizado en los archivos municipales», constata Corral. No queda claro, no obstante, si el documento de las tasas es solo el que anuncia el importe a pagar o el recibo de su pago.