Usuarios subiendo al bus que realiza el trayecto regular entre Cala en Porter y Maó. | Javier Coll

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Unas obras de canalización de las aguas pluviales en las calles Sant Jordi, Llevant, s’Emanador y la Avinguda Central de Cala en Porter han acabado con la paciencia de sus vecinos y, en especial, de los estudiantes que residen en el núcleo y utilizan el transporte escolar para acudir a clase. Las obras impiden que el autobús, tanto el escolar como el de línea regular, llegue al centro del pueblo. Se han deshabilitado todas las paradas manteniendo tan solo la ubicada en la entrada, en las inmediaciones del depósito de agua. Esta situación obliga a «tener que recorrer entre dos y tres kilómetros desde casa» denuncia el colectivo de estudiantes que reside en Cala en Porter. Y no se han quedado de brazos cruzados para reclamar soluciones que permitan una estación en el centro de. Instancias al Ayuntamiento y recogida de firmas han sido algunas de las acciones que han emprendido, ya que consideran que «no hay ningún motivo que impida entrar hasta el centro de la urbanización». Se sustentan en un autobús «de las mismas características que el escolar» localizado en el centro.

La compañía Transportes Menorca, que ofrece el servicio, niega que los autobuses de la línea regular y los escolares accedan al núcleo. Todos paran en la estación de la entrada porque los vehículos que realizan estos servicios no pasan. La empresa explica que la Policía Local propuso utilizar la calle Lord Nelson para acceder al centro, una vía por la que «ni el bus escolar ni el vehículo grande que realiza algunas expediciones de transporte regular pasan». La dirección de la empresa explica que el autobús que accedió al centro fue uno de menores dimensiones que ofrecía un servicio discrecional, una expedición única y puntual. La empresa puso sobre la mesa aplicar un cambio de sentido de la calle Sant Jordi que sí permitía acceder al centro con el autobús que realiza el transporte escolar (de 36 plazas) y el autobús de menores dimensiones que realiza algunas expediciones del servicio regular (de 24 plazas). Pero la decisión de modificar direcciones es municipal. Apunta la compañía que lo único que desea es dar un buen servicio y dar facilidades para utilizar el transporte público.

Los estudiantes explican que «nos dijeron que las obras durarían una semana» y ya llevan cuatro. La compañía de transportes dejó de entrar en el núcleo a partir del día 19 de noviembre.

El Ayuntamiento de Alaior confía en que las obras concluyan esta semana. Las previsiones son que estén listas el miércoles y se pueda recobrar la normalidad. El proyecto pretende dotar de la infraestructura de recogida del agua de lluvia en las calles mencionadas. Dicha zona es una de las más problemáticas de la urbanización porque no dispone de una vía natural de salida para el agua y, por tanto, cuando llueve se queda toda la calzada encharcada.