Carlos Calvo coloca un aparato auditivo en su centro de Maó | Javier Coll

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La atención a la sordera infantil y el caso de Diego, el niño de Eivissa que viaja a Menorca para tratarse con un audiólogo en Maó, ha puesto de manifiesto las dificultades para el movimiento de pacientes entre islas, si no es para realizar el trayecto habitual, esto es, acudir a Mallorca. Pero el centro de audiología de Carlos Calvo también trata a otro niño de Formentera y hay familias mallorquinas que han mostrado interés en que sus hijos sean atendidos por este técnico en Menorca, pacientes que de seguirse el criterio actual, no tendrían dietas por desplazamientos porque el IB-Salut argumenta que el centro auditivo matriz está en Mallorca.

No hay tantos centros especializados en la sordera infantil en Balears, explica Carlos Calvo, quien él mismo tiene un hijo afectado por hipoacusia y luchó para mejorar los tratamientos hace 30 años. Llegó a Menorca hace cuatro, «cuando un grupo pedagógico de Ciutadella me comentó si podía abrir aquí un centro preferente de intervención audiológica infantil». Ahora mismo tramita que ese centro sea concertado con el Servicio de Salud pero afirma que con ese concierto «lo único que varía es que la ayuda pública para el audífono la solicita directamente el centro y las familias evitan tener que adelantar todo el dinero». Además recuerda que «hasta noviembre de 2017 ni existían» los centros concertados.

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