Menorca revive hoy la pasión y muerte de Jesús en las procesiones del Santo Entierro

Estas procesiones, viva expresión de la piedad y devoción popular de los menorquines, concluyen con el Sermón de la Soledad.

En Ciutadella la procesión del Santo Entierro saldrá esta tarde de la Catedral a las 20,30 horas. Será presidida por el obispo Francesc Conesa, a quien acompañarán el vicario general, Gerard Villalonga; y los presbíteros del municipio. En Maó la salida está prevista para la misma hora, de la iglesia parroquial de Santa María.

En la parroquia de Sant Bartomeu de Ferreries la procesión del Santo Entierro dará comienzo a las 21 horas. A esta misma hora empezará en la parroquia de Sant Cristòfol de Es Migjorn Gran. También a las 21 horas dará comienzo en las parroquias de Sant Martí de Es Mercadal y Sant Lluís.

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Jornada penitencial

Es una jornada de profundo significado y contenido para los católicos, que tienen el mandato de guardar ayuno y abstinencia. Se organizan Vía Crucis y se medita sobre el mensaje evangélico de las siete palabras de Jesús en la Cruz.

Este día no se celebra la Eucaristía. En su lugar se oficia la "Liturgia de la Pasión del Señor" (ver horarios en el diario "Menorca"). Sacerdotes y diáconos visten ornamentos rojos, en referencia a la sangre derramada por Jesucristo en la cruz. Los obispos participan sin báculo y sin anillo pastoral. Es un oficio marcado por la sobriedad y el recogimiento, donde es venerada la cruz -símbolo de la crucifixión y agonía de Jesús en el Gólgota- colocada sobre un pedestal. En el altar mayor han sido retirados manteles, flores y otro ornamentos.

En la Liturgia de la Palabra se incluye el salmo "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu" y se proclama el relato completo de la Pasión según san Juan, en cuya lectura participan varias personas. Después tiene lugar la adoración del 'árbol de la Cruz', se coloca un mantel en el altar y se reza el Padre Nuestro. Después del 'Cordero de Dios' se distribuye la comunión con las sagradas formas guardadas en el "monumento" el día anterior, o sea, Jueves Santo.

El Viernes Santo y el Sábado Santo, antes de la Vigilia de la Resurrección, son los únicos días del calendario litúrgico católico donde no se celebra la Misa, como luto por la muerte del Señor. Las campanas permanecen mudas. Tampoco suena el órgano, excepto para marcar el tono, y se evita el canto polifónico. Las limosnas recogidas este día se destinan a Tierra Santa, para el mantenimiento de los santos lugares.