Imagen aérea de la planta depuradora de Addaia, todavía con tareas pendientes, tomada hace unas semanas. | FAP

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La deseada previsión de que la nueva depuradora de Addaia, en Es Mercadal, pudiera entrar en funcionamiento durante la presente temporada turística se está complicando y mucho. Las obras de construcción de la planta están próximas a darse por acabadas (quedan pendientes algunos viales de su entorno, por ejemplo), pero se da la circunstancia de que la instalación carece todavía de la conexión necesaria para disponer de suministro eléctrico, un contratiempo cuyo plazo de resolución es difícil de calcular. Otras inversiones similares en la Isla que se han encontrado con el mismo escollo han tardado varios meses en solventarlo.

Aunque desde el Ministerio para la Transición Ecológica, responsable de la financiación de la obra, no aportan información al respecto (con el Gobierno central en funciones todo es más complicado en este sentido), diversas fuentes oficiales consultadas coinciden en que ahora el principal obstáculo para que la planta depuradora empiece a funcionar es solventar su conexión al suministro eléctrico. Esta actuación es ajena a la contrata de la construcción, ya está en marcha en cuanto al papeleo y en ella interviene directamente la compañía Endesa. Esta conexión de la instalación a la red estaría encontrando algunas dificultades añadidas, como por ejemplo la naturaleza y el consecuente nivel de protección del terreno sobre el que se tiene que actuar para habilitarla.

Unos meses, al menos

Nada hace indicar que el plazo de espera todavía pendiente para la depuradora de Addaia sea inferior a unos cuantos meses a pesar de que la imagen que ofrece es la de una instalación prácticamente terminada. De hecho, una vez tenga electricidad a su disposición, en la planta también habrá que realizar las pertinentes pruebas que acrediten que funciona de manera correcta. Además, cuando la depuradora funcione su gestión se tendrá que encomendar a la Agència Balear de l’Aigua (Abaqua), organismo autonómico cuya previsión actual es empezar a hacerse cargo de la gestión y el mantenimiento de la instalación en octubre o noviembre.

Preguntado ayer sobre esta situación, el alcalde Francesc Ametller mantenía su confianza en que la puesta en marcha de la tan ansiada depuradora sea una realidad dentro de poco tiempo, aunque reconocía, por experiencias previas, que en ocasiones la solución a este tipo de cuestiones puede llegar a ser compleja. Siempre ha reivindicado Ametller que es una obra de gran importancia para las urbanizaciones costeras del municipio.

Las obras de construcción de la planta depuradora de Addaia, que lleva a cabo la empresa Drace Infraestructuras, están en su recta final dos años y dos meses después de que se firmara el acta de replanteo, por lo que la demora acumulada sobre el plazo de ejecución establecido (18 meses) supera ya el medio año. La inversión ha superado los ocho millones de euros.