Los coches vuelven a formar parte del paisaje de Favàritx, que de nuevo está abierto al tráfico. | Javier Coll

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El acceso al faro de Favàritx se reabrió ayer al tráfico en vehículo privado, cerrado desde el pasado 1 de junio, sin que se haya puesto en funcionamiento el nuevo aparcamiento provisional previsto en las cercanías de la barrera de acceso a la finca de Son Camamil·la, lo que restringe las opciones de aparcamiento a las pequeñas explanadas junto al faro que, según la dirección del Parque Natural de S’Albufera des Grau, solo tienen capacidad para un máximo de ocho coches.

El Govern, responsable de la gestión de la zona natural, ubicada en el entorno del parque, abogaba por mantener la restricción de acceso hasta el 13 de octubre, el día en que vence el contrato del servicio de vigilancia estival. La intención era evitar que en el último mes de la temporada turística los coches aparcaran indiscriminadamente en zonas prohibidas. El director del parque, Martí Escudero, explicaba ayer que los autobuses turísticos deben hacer maniobras y que legalmente solo pueden aparcar siete o como máximo ocho coches.

Sin embargo, el Consell ha optado por reabrir ya el acceso y ha descartado prorrogar el servicio de autobús que ha funcionado este verano con seis frecuencias diarias, por lo que la única alternativa para acceder a la zona es en vehículo privado, autocares turísticos y taxis. Mientras tanto sigue a la espera de un informe de Recursos Hídricos para poder obtener licencia de obras para el nuevo aparcamiento, que prevé abrir de cara a la próxima temporada.