Imagen del temporal | Gemma Andreu

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La alta concentración de particulas PM10 en el aire, detectada a mediados de semana por los sensores que Autoridad Portuaria de Balears tiene en Maó y en el resto de las Islas, fue un efecto más de la borrasca Gloria, según indicaban ya las predicciones ofrecidas por la Agencia Estatal de Meteorología.

Los flujos de aire de componente sur-sureste fueron los encargados de transportar hasta el Archipiélago balear y buena parte de la Península estas partículas, que dispararon los indicadores muy por encima de los parámetros que se establecen como óptimos.

Las previsiones ofrecidas por Aemet ya indicaban que las concentraciones de polvo mineral en las Islas se situarían en un rango de 50-500 miligramos por metro cúbico, es decir, por encima del tope máximo establecido para que la calidad del aire no se considere mala. La incidencia más alta se produjo el miércoles, cuando se superaron los 150 miligramos.