Algunos de los vecinos del Camí des Castell se quejan del «ruido permanente» que deben soportar por culpa del canto de los gorriones.

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Los árboles del Camí des Castell de Maó siguen generando molestias. Y ya no solo por el efecto de los ficus, sino por los gorriones que habitan allí. Algunos de los vecinos de esta calle se quejan del «ruido permanente» que deben soportar por culpa del canto de estos pájaros.

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Estas molestias se suman a las ya denunciadas en su día, en que los grandes árboles impiden la entrada de luz natural en algunas de las viviendas de la calle, imposibilitando en algunos casos poder abrir las ventanas. También hay quejas por la suciedad que se genera en la calles cuando caen los frutos de los árboles o que las raíces están llegando a afectar las estructuras de los inmuebles.

Ante todo ello, el Ayuntamiento de Maó anunció en noviembre que impulsará un plan para resolver las molestias con el que se eliminarán uno de cada dos ficus del Camí des Castell.