Una windsurfista, en Fornells, navegando con su mascota. | Gemma Andreu

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Las empresas dedicadas a actividades de turismo activo ven peligrar la temporada al no ver asegurada la llegada de turistas y comprobar que el mercado interior menorquín no alcanza para poder mantener sus negocios.

Son muchas las empresas que se dedican al turismo activo, ya sean de alquiler de kayacs, de buceo, de rutas ecuestres, excursiones, deportes acuáticos y un largo etcétera. Actividades que dependen principalmente de un turismo que está por ver si llegará. «Estamos a la expectativa, a ver si los turistas podrán venir y si los hoteles abrirán», apunta José Moya, de S’Algar Diving. «Tenemos muchas ganas de empezar a trabajar, pero por ahora tengo a todo el personal en un ERTE». Y es que, aunque «tenemos clientes de Menorca, con eso no podemos vivir». De hecho, «que este año no se celebre Sant Joan ya se va a notar, porque mucha gente aprovecha para pasar unos días aquí» y recurre a todo tipo de servicios y actividades.

Andrés Ruiz, de Rutas Ecuestres Camí de Cavalls, reinició su actividad el lunes pasado. «He hecho publicidad por las redes sociales y hay gente que ha preguntado, pero todavía no hay nada», apunta. El coronavirus «lo ha cambiado todo, no sabemos qué pasará con el turismo ni si la gente de aquí querrá ir de excursión». Y es que, coincide también, «con la gente de Menorca no creo que sea suficiente» para mantener las actividades. «En abril ya hemos perdido el turismo francés, al que le suele gustar montar a caballo».

Para animar a los insulares y en forma de agradecimiento a la labor intensa realizada, Ruiz ha obsequiado al Hospital Mateu Orfila con «veinte excursiones para el personal», y en cuanto a sus tarifas para el público en general se ha visto obligado «a bajar precios un 20 por ciento, y si son grupos el descuento será mayor».

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En el campo de los vuelos en parapente, Joan Portella trabaja todo el año, aunque «en verano tenemos más clientes de fuera». Y las perspectivas son poco optimistas, «si hago un 20 por ciento de lo normal, me doy por satisfecho, a ver si la gente de aquí se anima», porque, recuerda, «desde el 11 de mayo ya podemos volar».

La cuarentena

José Moya confía que el gobierno rectifique con el tema de la cuarentena que deberán pasar los turistas al llegar al destino. «No tiene ningún sentido», considera el empresario, quien cree que ningún turista irá de vacaciones sabiendo que deberá estar catorce días recluido en el hotel. «Vamos de equivocación en equivocación», lamenta.

Pesimismo expresa Pascual Moreno, de Nura Travel, quien ve unas «perspectivas fatales, aún más con la cuarentena, doy la temporada por terminada», afirma. «Con la gente de Menorca no hay mercado, hacen excursiones por su cuenta», y cree que «mucho tiene que cambiar todo» para que este verano no sea definitivamente un gran fiasco económico.