Los fijos discontinuos son un colectivo numeroso por la temporalidad de la actividad económica insular. | Gemma Andreu

TW
13

La tramitación de golpe de miles y miles de expedientes de regulación temporal de empleo con motivo de la paralización de buena parte de la actividad económica desde hace más de dos meses ha provocado que una parte de los trabajadores afectados todavía no haya cobrado la prestación o que la tramitación de su casos se haya visto envuelta en errores.

En Menorca existe la peculiaridad de los fijos discontinuos, que en el momento de decretarse el estado de alarma podrían no estar todavía trabajando pero que igualmente tienen derecho a que su empresa les incluya en el ERTE y a percibir prestaciones por el tiempo que habitualmente están ocupados. El sindicato UGT denuncia que en la Isla se están encontrado con una importante cantidad de casos de fijos discontinuos con problemas a la hora de percibir las prestaciones por ERTE.

Un caso muy habitual, explican desde el sindicato, se produce con grandes empresas de fuera de la Isla, que sí han incluido en los ERTE a sus fijos discontinuos pero sin que se haya notificado su alta a la Seguridad Social, sin haber concretado el momento de su llamamiento. Servando Pereira, secretario general de UGT en Menorca, comenta que el hecho que los expedientes no se hayan cursado en la Isla complica que el sindicato pueda hacer un seguimiento y corregirlos. «Son empleados en un ERTE pero sin cobrar», explica.

Noticias relacionadas

Servando Pereira asegura que hay casos mucho más flagrantes que estos errores que pueden no ser provocados por mala fe. El máximo representante en la Isla de UGT denuncia el caso del hotel que la empresa RV Hotels Turístics SLU gestiona en Ciutadella. Una veintena de sus trabajadores fijos discontinuos no han sido incluidos en el ERTE y de momento no se está consiguiendo que rectifique. Han recurrido a distintas administraciones y han tocado distintas puertas, porque entiende Pereira que para los trabajadores «la situación es desesperante, hay casos de marido y mujer con hijos en la misma empresa». Pereira comenta que en casos como este y otros el trabajador tiene miedo de denunciar, porque su necesidad es perentoria y además teme que recupercuta en su futuro laboral a medio plazo. El drama va más allá de los ingresos actuales, ya que la cotización es básica para poder tener derecho a prestación por desempleo durante la temporada baja.

Desde CCOO, Antonio Soria asegura su máxima preocupación en cuanto a los trabajadores de temporada son los «falsos eventuales», es decir, empleados que verano tras verano encadenan contratos temporales y que tendrían derecho a ser considerados fijos discontinuos. «Ahora mismo no tienen ningún tipo de cobertura, están sin nada». Se trata, dice, de un colectivo numerosos por el que CCOO está analizando que solución se le puede dar, «pueden llegar, en realidad, el 35 por ciento de la empresa» pese a que el máximo de eventualidad está fijado por convenio en el 25 por ciento. Las empresas juegan con la duración de los contratos para hacerlo posible.

Soria, al contrario que su compañero de UGT, asegura que no ha detectado especiales problemas con los ERTE de los fijos discontinuos, aunque sí ha tenido que lidiar con algún caso en que la empresa no tramitaba un ERTE y optaba por demorar unos meses los llamamientos, algo que se ha conseguido solventar.