Trabajadores de Marcas Viales repintan la señalización horizontal en una carretera, una de las actividades enmarcada en el sector de la construcción que ha podido trabajar durante prácticamete todo el estado de alarma. | Josep Bagur Gomila

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No hay precedentes en la economía menorquina para explicar el freno que ha sufrido durante el mes pasado. El inicio de la desescalada desde el 4 de mayo hasta llegar a la fase 2 el día 25 se ha traducido en una tímida reanudación de la actividad, que apenas ha repercutido en el empleo.

El número de trabajadores incluidos en expedientes de regulación temporal de empleo ha aumentado en dos mil respecto a abril, que se suponía el periodo que marcaría el umbral de la caída a causa del confinamiento. La reapertura de sectores, tradicionales motores del empleo, como el comercio y la restauración no ha tenido incidencia en el mercado laboral.

El parón de la actividad durante el mes pasado se sitúa entre el 25 y el 30 por ciento, según la valoración del conseller balear de Modelo Económico, Turismo y Trabajo, Iago Negueruela. En el contexto regional, el 31 por ciento de los trabajadores afiliados a la Seguridad Social está en un ERTE. En el caso de Menorca, el porcentaje -calculado sobre las cifras de afiliación de mayo de 2019 por no estar disponibles las de este año- se va al 35,6 por ciento, lo que supone que más de la tercera parte de los trabajadores padece algún recorte laboral y salarial.

El porcentaje balear y el menorquín son el doble de la media española a causa de la especialización turística del modelo productivo de las Islas. «En junio bajará la cifra», augura el conseller, quien espera que antes de final de mes lleguen los primeros aviones turísticos.

Negueruela elogia la cobertura derivada de los ERTE, cuya protección alcanza al 70 por ciento de las personas sin empleo. El gasto que supone para el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) son 150 millones, sin incluir los autónomos. Casi todos los ERTE presentados por empresas de las Islas se acogen a la fórmula de fuerza mayor, aunque más de 13.000 trabajadores están inmersos en un expdiente por causas productivas.
Por otra parte, la rigidez de las condiciones para rescatar solo a algunos trabajadores del ERTE y no a toda la plantilla ha impedido a algunas empresas utilizar este recurso. Es el caso del hotel rural Biniarroca que quería optar por esta fórmula y en vez de abrir ahora como había previsto ha decidido cancelar las reservas que tenía y mantener el ERTE hasta final de mes. El conseller Negueruela es conciente y promete trabajar en la flexibilización de los requisitos.

Respecto al retraso en el cobro de las prestaciones, asegura que más del 90 por ciento lo ha percibido con regularidad.

Contratación y paro

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La coyuntura económica incide en un aumento de las cifras de paro y en una caída de la contratación en unos porcentajes desconocidos en la serie histórica. El dato interanual del desempleo aumenta más del doble respecto al año pasado, 108,9 por ciento. Y la contratación se ha reducido un 85,9 por ciento, un volumen similar al registrado en abril. Se explica en el letargo que arrastra todavía el sector servicios, que en mayo de 2019 firmó 3.557 contratos de trabajo y en mayo de 2020 no ha pasado de los 530.

Por otra parte, la cifra de demandantes de empleo ha crecido en mayo un 275,2 por ciento. Las personas en esta situación en la Isla son ahora 17.164. Solo el despegue de la actividad turística parece abrir una esperanza de empleo y ofrecer confianza a las empresas para rescatar sus trabajadores del ERTE.