El sector hotelero está viviendo una crisis sin precedentes. La realidad está siendo incluso más dura de lo que se preveía y se ven abocados a reclamar un rescate para poder seguir adelante ante la caída drástica de ingresos. | Gemma Andreu

TW
30

Mientras los empresarios hoteleros se lamen las heridas y hacen números antes de tomar decisiones, la Asociación Hotelera de Menorca (Ashome) trabaja conjuntamente con la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT) y con la Comisión de Turismo de la CEOE en la elaboración de un documento para reclamar un «rescate del sector hotelero» que le permita ganar liquidez y evitar que la crisis del coronavirus acabe con parte del tejido empresarial y el efecto en cadena que ello desataría, con graves consecuencias en materia laboral.

Desde la patronal que agrupa a los hoteleros menorquines recuerdan que hasta el momento todo lo que ha ofrecido el Gobierno ha sido financiación, avalando el acceso a créditos ventajosos para que los hoteles se puedan armar financieramente ante la peor crisis que el sector recuerda. Visto que la situación se está recrudeciendo y que supera las peores previsiones, se considera que esa financiación va a ser insuficiente. Necesitan liquidez urgente y el primer paso, apuntan, sería un paquete de medidas fiscales.

Noticias relacionadas

Los establecimientos que están abiertos están registrando ocupaciones de entre un 20 y un 25 por ciento (del 40 por ciento en los mejores casos), un nivel de actividad que en algunos casos «no les da ni para pagar impuestos», subraya la gerente de la patronal, Azucena Jiménez. Este diario se puso ayer en contacto con algunos empresarios turísticos que añadían otra tesitura, la de los hoteles que no están abiertos y que sin ingresos tienen que hacer frente al pago de tasas e impuestos. Un ejemplo son los alrededor de 12.000 euros al trimestre que se deben pagar de la tasa de basuras o los 30.000 del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI).

Sin entrar todavía a valorar de la posibilidad de que el Gobierno inyecte dinero al sector hotelero de algún modo, los esfuerzos se centran en estos momentos en establecer un plan amplio –que implique a todas las administraciones– de medidas fiscales, empezando por el alargamiento de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para conseguir cuotas cero de la Seguridad Social y acabando con la bonificación de las tasas de servicios como el agua y el saneamiento y las basuras. También se plantea una reducción del IVA turístico y en general cualquier iniciativa que permita a los empresarios mantener los puestos de trabajo sin que las cargas fiscales hagan inviable el negocio en la actual situación de merma de ingresos. Las propuestas de la patronal hotelera coinciden en un alto porcentaje con las que se están barajando entre las grandes patronales nacionales.

Por otra parte, voces del sector explicaban ayer a este diario que los directores de hoteles están atendiendo la petición de los dueños de los establecimientos de cribar hasta qué punto las reservas que tienen para las próximas dos o tres semanas son reales. En este sentido están contactando con los clientes para saber su disposición a ejecutar sus reservas. Es uno de los frentes en los que trabajan para evaluar la conveniencia de mantenerse abiertos o dar el carpetazo a la temporada. La decisión de cerrar no es sencilla ni se puede tomar de forma rápida, no solo por los balances económicos, sino por las implicaciones laborales de la decisión. Hay que tener en cuenta que una temporada extremadamente corta puede dejar sin cobertura a los empleados durante el largo invierno.