Paseos de otoño. Los mayores recuperan actividades, pueden salir de las residencias y su presencia, en paseos y parques, vuelve a ser una estampa cotidiana. En la imagen, jubilados disfrutan de su tiempo en la Plaça des Ramal de Alaior | Gemma Andreu

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Sentarse en un banco a conversar, salir a dar un paseo, participar en una velada literaria o hacer amigos mientras se practica ejercicio han sido actividades vetadas para muchos mayores, colectivo especialmente vulnerable a la covid-19, durante la pandemia. En los geriátricos, su encierro preventivo terminó en Menorca el pasado 25 de septiembre, cuando gracias a la buena situación epidemiológica de Menorca y a la flexibilización de las restricciones aprobada por el Govern, se les permitió salir de los centros de forma autónoma o acompañada, siempre y cuando su residencia no tenga ningún positivo por coronavirus, ni confirmado ni en estudio.

Una de las salidas anheladas para aquellos que se sienten en buenas condiciones físicas, tanto usuarios de residencias como el colectivo en general, es para la práctica de deporte, fundamental para la salud. La gimnasia específica para mayores ya está disponible en todos los polideportivos municipales de Menorca, que han retomado estas clases junto con el resto de su oferta.

En Maó el Servicio Municipal de Deportes incluye la gimnasia para personas mayores en su programa todos los días de la semana. También la firma Biosport ha conveniado prestar servicios con los municipios de Ciutadella, Es Mercadal (en Fornells se realiza en la sala fitness multifuncional), Sant Lluís, Alaior y Es Castell e incluye clases específicas para gente mayor. Es un práctica orientada a mejorar la movilidad, la coordinación y la capacidad cardiovascular de las personas de más edad.

Prevención

Las clases de gimnasia para mayores, como el resto de actividades deportivas, deben cumplir los requisitos del plan de medidas excepcionales para evitar contagios de covid-19, aprobado por el Govern en junio. Estas se refieren a aforos y el espacio mínimo disponible para cada persona, que obliga a que los grupos sean reducidos.

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En las actividades en sala debe haber un mínimo de 4 metros cuadrados por persona, en piscina (por ejemplo en actividades dirigidas como el aquagym) deben ser seis metros cuadrados, y en equipos en pista cada usuario debe contar con un mínimo de 25 metros cuadrados. En cuanto a los vestuarios, la ocupación debe permitir un espacio mínimo de 3 metros cuadrados por persona.

Los clubes, a la espera

En los clubes de jubilados y pensionistas también se realizan multitud de actividades para los mayores, el programa es amplio: talleres de yoga y pilates, grupos de lectura, corales, manualidades, excursiones o simplemente reunirse y pasar el rato. Estos espacios de ocio siguen cerrados. Echaron la persiana a mediados de marzo, cuando se declaró el estado de alarma, y no han vuelto a abrir.

Llega el otoño y los socios de estos clubes muestran su interés por inscribirse en cursos y talleres, ahora que la pandemia da un respiro y que los días ya son más cortos, el verano y el buen tiempo animan a realizar actividades en el exterior pero ahora quieren volver a sus centros.

«Están ilusionados por realizar actividades», explica el secretario general de la Federación de Asociaciones de Personas Mayores de la Isla, Roberto Soler. La directiva de la federación tiene previsto reunirse esta semana para tratar esta cuestión y trasladar al Consell la petición de que puedan abrir y recuperar su actividad, con las pertinentes medidas de seguridad, a partir del próximo día 13.