La recogida selectiva de residuos puerta a puerta es un sistema que ya está funcionando con éxito en muchos municipios de Mallorca y de la Península.

TW
37

La Junta de Gobierno del Consorcio de Residuos y Energía de Menorca aprobó la semana pasada el proyecto de explotación del servicio conjunto de recogida selectiva de residuos puerta a puerta en los municipios de Maó y Es Castell. Es el paso previo, una vez el documento supere un periodo de exposición pública, para la licitación de esta tarea y su posterior puesta en marcha.

Según el proyecto, la recogida selectiva de residuos puerta a puerta se establecerá en las cinco fracciones más conocidas (orgánico, envases ligeros, papel y cartón, vidrio y resto), a las que cabe sumar un subgrupo de residuos de la fracción resto que abarca los pañales, residuos sanitarios y deposiciones de animales.

En el caso de los domicilios, uno de los cambios más importantes para el ciudadano será que la fracción resto, los desperdicios que no se pueden separar y que ahora van a los contendores grises, solo se recogerá un día a la semana, con la salvedad de que el subgrupo de pañales, sanitarios y animales se podrá sacar a la calle cada día.

El residuo que con más frecuencia se recogerá a pie de portal será el orgánico, que con el nuevo sistema se tendrán que separar. Se retirarán tres días a la semana. Para los envases ligeros se fijarán dos días semanales, mientras que para vidrio y cartón uno solo. En el caso de comercios y actividades industriales, la frecuencia de recogida será el doble de días a la semana en cada fracción. El proyecto de explotación indica que es esta una propuesta inicial sujeta a las posibles variaciones que plantee algunas de las partes.

Los residuos se deberán dejar en el portal del domicilio en los días de la semana y el horario que se indiquen en su momento, tanto si son edificios unifamiliares como plurifamiliares. Cada vivienda dispondrá para ello de dos cubos distintos, que proporcionará el propio Consorcio a los ciudadanos. En concreto, los desechos orgánicos se sacarán a la calle en recipientes aireados de diez litros de capacidad, y el resto en cubos multiusos de cuarenta litros. En Maó se prevén distribuir, como cifra orientativa, 13.613 contenedores de cada tipo y en Es Castell, 4.382. En cuanto a los comercios e industrias, cada tipo de residuo tendrá su cubo propio. El Consorcio prevé distribuir algo más de 10.000, de distintas capacidades en función de la actividad del negocio.

El Consorcio proporcionará además a los ciudadanos bolsas específicas para los residuos orgánicos y el resto. La previsión es entregar más de dos millones de bolsas compostables para este fin (algo más de 1,6 millones en Maó, por encima del medio millón en Es Castell). El papel y el vidrio se depositarán en el recipiente multiusos sin bolsa, y en los envases ligeros, esta es opcional. Pañales, sanitarios y excrementos animales irán en una bolsa identificada y colocada encima del cubo multiusos.

Los distintos recipientes van vinculados a una vivienda o negocio, con los medios para ser identificados, de tal modo que cuando algún ciudadano no realiza bien la selección o saca a la calle el residuo que no toca ese día, los desperdicios no se retirarán y se le notificará la incidencia. Ambos ayuntamientos tramitan en estos momentos ordenanzas que establecen un régimen sancionador para aquellos comportamientos irregulares por parte de sus vecinos.

En los núcleos diseminados, de las afueras, se realizará la recogida en lo que se denominan «áreas cerradas», puntos donde los residentes depositarán la fracción que corresponda a ese día. En Maó se han definido 16 y en Es Castell, cuatro.

El modo en que los residuos deben separarse y sacarse a la calle, así como el calendario semanal de recogida, serán explicados y difundidos mediante una campaña de divulgación. El proyecto de explotación del servicio que se acaba de aprobar contempla además que el concesionario de la recogida realice la retirada de voluminosos a demanda y de restos vegetales, así como una ruta diurna de repaso cada jornada, para detectar y corregir incidencias, entre otras cosas. El objetivo es que con el paso del tiempo esta ruta se realice solo algunos días a la semana.