Imagen de archivo de un avión de la compañía Jet2 en el aeropuerto de Menorca. | R.S.

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La desescalada por fases anunciada por el primer ministro británico Boris Johnson, que estima la reapertura del turismo internacional el 17 de mayo, ha tenido efectos inmediatos en el mercado turístico. Los turoperadores y compañías aéreas británicas se han visto obligadas a cancelar la venta de billetes anteriores a esa fecha, retrasando su operativa con Menorca en algunos casos, como el de Jet2, hasta tres semanas respecto a la programación inicial; pero también ha puesto de manifiesto el gran interés de los británicos por salir de vacaciones, disparando en pocas horas el número de reservas, especialmente las que tienen como destino Canarias y Balears.

La industria británica de emisores de turista han registrado una respuesta inminente a las necesidades de certidumbre que venían reclamando. Tui informó de que apenas en una noche ha quintuplicado el número de reservas. En un solo día Jet2 ha registrado un incremento de las compras del 600 por ciento. Y la compañía Easyjet informa de un incremento de la venta de billetes de más del 300 por ciento y del 630 por ciento en la reserva de vacaciones. La demanda existente en el principal mercado turístico menorquín invita a un cierto optimismo, aunque la prudencia sigue reinando teniendo en cuenta los vaivenes que vienen sufriendo las expectativas sobre la temporada en función de la evolución de la pandemia.

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La gerente de la Asociación Hotelera de Menorca (Ashome), Azucena Jiménez, explica que los últimos días han insuflado «algo de ánimo» entre el empresariado. «Aquellos que trabajan con el Big Data están detectando un interés alto por el destino. Aunque por el momento no se está traduciendo en reservas». Esperan que de aquí en adelante, si se mantiene la mejora de los indicadores sanitarios, ese interés cristalice en forma de reservas cerradas.

El anuncio del Gobierno británico encaja con las previsiones que ya manejaban los grandes hoteles de costa, los que concentran la gran mayoría de la oferta de plazas, que trabajaban sobre el escenario de recuperar la actividad en el mes de junio. En ese sentido, se percibe como «positivo» ese plan de desescalada. Aunque el sector es heterogéneo y es verdad que otras tipologías de establecimiento tienen previsión de abrir antes, incluso en abril en el caso de los hoteles de interior. Tendrán que centrarse básicamente en el mercado nacional, el que estrenará el destino. En cuanto a viviendas vacacionales y algunos apartamentos, se plantean la apertura en mayo.

La presidenta del Consell y de la Fundació Foment del Turisme de Menorca, Susana Mora, también calificaba de «positivo» el anuncio de Boris Johnson, aunque se mostraba muy «prudente porque ya hemos visto que las expectativas van cambiando en función de la evolución de la pandemia». Su temor es que se vuelvan a generar expectativas que hagan pasar de la euforia al desánimo: «No estamos en condiciones en estos momentos de decir cuando habrá temporada, pero sí de luchar porque esta arroje los datos más positivos posibles». Por delante, semanas cruciales para el principal motor económico de la Isla.