El boom de las renovables ha traído como consecuencia el aumento de empresas instaladoras de placas solares, algunas de las cuales están cayendo en la mala praxis de colocar placas solares encima de cubiertas con amianto, sin retirarlo previamente, o manipulándolo sin respetar los procedimientos reglamentarios, poniendo como consecuencia en peligro la salud de los trabajadores y de la ciudadanía en general. Anedes recuerda que sólo las empresas que están inscritas en el Registro de Empresas con Riesgo de Amianto (RERA) y cuentan con un Plan de Trabajo aprobado por la Autoridad Laboral competente están autorizadas y capacitadas para llevar a cabo este tipo de trabajos, que requieren de la retirada previa del amianto con todas las garantías de seguridad para los trabajadores y público en general.
El problema se agrava, además, porque la vida útil de los materiales con amianto está llegando a su fin y es a partir de ese momento cuando existe un riesgo mayor de que desprendan las fibras que contienen y sean inhaladas, lo cual puede provocar graves afecciones pulmonares. A lo que hay que añadir que la instalación de placas solares sobre cubiertas de fibrocemento acelera la degradación de las viejas cubiertas de fibrocemento y, en vez de resolver el problema, únicamente lo oculta.
Desde Anedes, y como no puede ser de otra forma, celebramos que el mundo esté volcado en las energías renovables, pero creemos necesario recordar que existe una legislación sobre los trabajos con amianto que hay que cumplir siempre que se actúe sobre o en las inmediaciones de este cancerígeno tan potente, tal y como detalla el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en su documento «Análisis sobre el doblaje de cubiertas de amianto-cemento en España. Propuestas de actuación preventivas».
