Las verduras y hortalizas es la tercera familia con más presencia de producto local, muy marcada por la temporada

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La presencia de producto local en los supermercados de grandes cadenas nacionales e internacionales implantadas en la Isla es mínima. Así lo revela el estudio «Presencia del producto local en los supermercados de Menorca» elaborado por Ana Pedraz en el marco del análisis sobre el modelo agroalimentario que está llevado a cabo las Directrices Estratégicas de Menorca del Institut Menorquí d’Estudis. En el mismo se analizan diez supermercados de diversas tipologías y se concluye que la gran superficie de fuera de la Isla sin vinculación regional con una mayor presencia de productos menorquines (producidos aquí y expuestos específicamente) no alcanza el tres por ciento, un porcentaje llamativo que contrasta con el 30 por ciento que de media se registra en los supermercados locales.

Entre unos y otros se sitúan las cadenas de alimentación de ámbito balear, así como una cadena nacional (muchas empresas se han negado a que su nombre aparezca en el estudio) asimilable a un supermercado regional por la confección de su logística, donde la presencia de productos locales se eleva al 20 por ciento y al 7,9 por ciento respectivamente. En los grandes distribuidores de sede nacional pero con presencia internacional, se acerca al tres por ciento, mientras que en cadenas internacionales con un surtido de productos reducido su presencia es meramente testimonial.

Son algunas de las conclusiones del extenso estudio que ha sido presentado esta semana en la sede del IME y que supone una primera aproximación a la cuestión. La información es una fotografía fija en días de temporada baja y toma en consideración nueve familias de productos (verduras, hortalizas, fruta, mantequilla, huevos, leche, carne, miel y vino) para comprobar su presencia relativa en relación a productos foráneos.  La metodología ha consistido en una observación visual desde el punto de vista del consumidor y en la información aportada por los establecimientos –en muchos casos no completa–. Algunos de ellos definen el producto local como balear, sin distinguir si su procedencia es menorquina, por lo que no se contabilizan como producto menorquín. Son cuestiones en las que se pretende afinar en próximas entregas, según explica a este diario la autora, quien asegura que entre las principales conclusiones está el gran margen de mejora que hay por parte de todas las partes implicadas de la cadena, los consumidores a la hora de demandar producto local, las distribuidoras de alimentación a la hora de mejorar su penetración y exposición y los productores locales a la hora de adaptarse a las demandas de las grandes cadenas de distribución alimentaria.

En esa fotografía fija de los diez supermercados analizados los resultados muestran como en los surtidos analizados, un total de 851 productos, la presencia de producto local se eleva hasta el 18,37 por ciento, mientras que el producto de fuera representa el 62,24 por ciento. El 19,39 por ciento restante es producto no identificado. El queso destaca entre los productos locales como el que tiene una mayor presencia. Es el único alimento menorquín que se ofrece en todos los supermercados analizados y representa prácticamente la mitad del producto insular que se vende en estos establecimientos. Le sigue la carne (25 por ciento del producto local) y las verduras y hortalizas (17,9 por ciento). Otros como la leche, las frutas, los huevos, la mantequilla o la miel son muy minoritarios.

La producción

Hay que tener en cuenta en este punto que otro estudio reciente al que se hace mención (Estudio de flujos alimentarios de Menorca 2021) marca la capacidad del campo menorquín    de abastecer a la población en el 16,1 por ciento cuando hay turistas y del 21,7 por ciento únicamente entre la población residente. La escasez de producto en familias como los huevos, la carne o las frutas y verduras según la temporada explica en parte su baja presencia en los grandes supermercados, en los que probablemente los porcentajes de producto local aumentan en verano, cuando hay más producción de frescos de la Isla. En el caso de la carne se subraya que la inmensa mayoría es de ternera y se ve mucho margen de crecimiento si los productores se adaptan a los tipos de corte que demandan las grandes cadenas de alimentación.

El estudio también aborda otra cuestión crucial más allá de la presencia de producto local en los establecimientos, la manera de señalizarlo. En este sentido se observa como los supermercados locales son los que tienden a identificar mejor el producto menorquín, mientras que los supermercados de ámbito nacional son los que prestan menor atención a la identificación territorial, en algunos casos apostando por la categoría producto balear, que dificulta conocer si el origen es menorquín, lo que se observa como una pérdida de oportunidad en la estrategia de la cercanía con el territorio.