Personal sanitario junto al TAC del Hospital Mateu Orfila

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El IB-Salut no ha dado a conocer todavía la conclusión oficial sobre el caso de la paciente que falleció en el Hospital Mateu Orfila tras esperar casi tres meses a que se le practicara un TAC, pero la familia sí recibió, a los pocos días de trascender la noticia, las disculpas a título personal del    entonces gerente del Área de Salud, Romà Julià. En una reunión mantenida en el hospital con el viudo de la fallecida, el directivo atribuyó a un fallo del sistema el retraso y la no derivación de la paciente a una clínica privada para someterse a la prueba, ya que en esos momentos la pandemia había provocado largas listas de espera en la sanidad pública.

Así lo explicó ayer a «Es Diari» el viudo de esta paciente oncológica, el periodista Sebastià Rotger, quien considera que, de no ser por la publicación de esta noticia nadie se hubiera dirigido a él para dar explicaciones, «llamaron porque salió en prensa y porque tenían mala conciencia», afirma. La familia no va a tomar ninguna acción más, ni ante la asociación El Defensor del Paciente o los juzgados. «No vamos a denunciar nada, somos conscientes de que ella estaba mal y sabemos que un TAC no cura, pero igual su oncóloga hubiera podido prescribirle un tratamiento más, nuestra queja fue por el trato que recibimos, la oficina de Atención al Paciente del hospital no sirvió para nada, ni siquiera contestaron», lamenta, al tiempo que espera que el haber dado a conocer su caso sea su contribución a que la sanidad pública en Menorca mejore.

Rotger recibió en primer lugar la llamada de la oncóloga que había tratado a su mujer, para «dar unas explicaciones que creía necesarias, después de publicarse nuestra carta y la noticia» y más tarde, la dirección del hospital le citó si lo deseaba a una entrevista personal con el gerente. Fue en dicho encuentro cuando este usuario del IB-Salut expuso a Julià su malestar por los hechos, así como por el trato recibido. «Se disculpó por la tardanza y el fallo del sistema pero no supo explicar por qué había sucedido ni por qué nadie respondió ante la llamada angustiosa de una paciente», afirma.