Vista de la zona entre Cavalleria y Cala Tirant, donde se procedió a la batida de conejos con la autorización excepcional de caza del Consell. | Gemma Andreu

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La reducción de la población de conejos en las zonas de Cavalleria y Tirant, mediante la concesión de autorizaciones excepcionales de caza a propietarios de fincas, ha generado un nuevo desencuentro entre el Consell y la Federación Balear de Caza. El colectivo reprocha a la institución su «autoritarismo» al negar, aseguran, «los valores» que aporta su actividad al sostenimiento del equilibrio natural, y al rechazar su propuesta de que los conejos sean trasladados a otros puntos de la Isla, que han visto esta especie diezmada por la enfermedad hemorrágica o la mixomatosis.

El centro de la polémica es el exterminio de conejos que habían proliferado en exceso en Cavalleria y Tirant, en lugar de permitir su captura y traslado a otras zonas, como pidió la federación cinegética en el último Consell de Caza.

El conseller de Economía y Territorio, Josep Pastrana, confirmó ayer la concesión, en lo que va de año, de seis autorizaciones extraordinarias de caza, previa valoración técnica; en 2021 se aprobaron un total de 17. Son permisos que se conceden a los propietarios de fincas, a petición de ellos mismos, no a iniciativa del Consell, recuerda, para el control de plagas. No todas esas autorizaciones fueron para exterminar conejos, añade, también hay control y reducción de poblaciones de gaviotas, por ejemplo, y en ocasiones de gatos asilvestrados. Pero el interés de los cazadores se centra en los conejos (Oryctolagus cuniculus), que es una especie cinegética.

Según el último censo elaborado, disponible en la web de la reserva de la biosfera, la densidad de población de estos pequeños mamíferos se da sobre todo en los alrededores de Es Mercadal; también se ha notado en los últimos años un desplazamiento de poblaciones desde el centro al norte insular.

La Federación Balear de Caza afirma que los conejos menorquines, «un auténtico tesoro para la Isla», sufren cada año el impacto de las enfermedades víricas. Sin embargo, en los alrededores de Cavalleria y Tirant hay animales que se han hecho resistentes y progresan, aumentando en número. «A diferencia de lo que sucede en la mayor parte del territorio, donde apenas subsiste algún ejemplar, en Cavalleria se han convertido en plaga», afirman los cazadores, quienes acusan al Consell de «tratar mal» a esta especie.

«Es el responsable de la gestión de la fauna menorquina», recuerda su delegado en la Isla, Juan Manuel Seguí Enrich, pero «la cruda realidad es que solo desea quitarse este problema de las manos, cuando se trata de una fantástica oportunidad para muchos terrenos traumatizados por la ausencia de conejos».

Pero el titular de la competencia, el conseller Pastrana, no lo ve así. Asegura que el traslado de los animales no es tan sencillo, se debe realizar bajo la vigilancia veterinaria para no correr el riesgo de propagar enfermedades en el territorio insular, apunta. E insiste en que no es una iniciativa de la institución, sino de los dueños de fincas que estén interesados en capturar los animales vivos para su posterior traslado «con trazabilidad» e incluso cuarentena. El Consell «no pone pegas» a ese traslado, aunque con unos requisitos que la Federación de Caza no menciona en su queja.