La promotora ha empezado la comercialización de 12 de las 28 casas pareadas, que espera tener listas a finales de 2023. | Josep Bagur Gomila

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En 2007 en pleno boom inmobiliario se empezó a construir una promoción de 28 viviendas adosadas en la zona residencial de Sa Coma, en Ciutadella. Un año después, pinchada la burbuja, las obras se paralizaron y el complejo, a medio hacer, quedó como uno de los símbolos más evidentes de la crisis de 2008. Hasta ahora que, tras 14 años de abandono, un grupo inversor catalán ha adquirido el inmueble y ha retomado la promoción.

La empresa promotora del proyecto es Serveis Inmobiliaris Professionals (SIP), originaria del Penedès (Barcelona), que junto a empresarios catalanes vinculados con Menorca, se han hecho con el edificio y ya han empezado la comercialización de las viviendas pareadas.

La promotora, que cuenta con la colaboración de la empresa local Coll Estudi, de los arquitectos menorquines Aina y Guillem Coll, acabará el complejo residencial en tres fases. La primera consiste en culminar las obras de las 12 viviendas ya iniciadas con el proyecto originario. Mantendrán la estructura prevista en el proyecto original, aunque se modificarán los acabados y el equipamiento para adaptarlo a las comodidades que se requieren en la actualidad, apuntan desde la promotora.

La intención de la empresa es solicitar la licencia al Ayuntamiento antes de que finalice el año, durante 2023 ejecutar las obras de esta primera fase y a finales del año que viene tener listas las primeras 12 viviendas. El proyecto para las otras 16 casas se ejecutarán en paralelo, también a partir del año que viene.

Las casas, que se comercializan a un precio de 750.000 euros, constan de más de 300 metros cuadrados distribuidos en tres plantas. Disponen de una plaza de aparcamiento y una segunda opcional, con ascensor particular hasta la vivienda, tres habitaciones, dos cuartos de baño y un aseo, además de jardín y terraza.

21 por ciento ejecutado

El primer promotor del complejo residencial de Sa Coma fue la empresa murciana Llar Sa Coma SL, que pretendía levantar 28 viviendas pareadas en el solar de 5.626 metros cuadrados, situado en la manzana que discurre entre las calles de S’Avenc, Sa Sínia, Sa Pleta y S’Ullastre, justo al inicio de la carretera de Santandria-Cala en Bosc.

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Las obras se iniciaron a mediados de 2007, y poco después se paralizaron. | Josep Bagur Gomila

El Ayuntamiento de Ciutadella concedió la licencia del primer proyecto en julio de 2007. La promotora encargó las obras de construcción a la empresa menorquina Antonio Gomila. Tras ejecutar el 21 por ciento del proyecto original, en 2008 se paralizaron las obras por problemas de liquidez.

La promotora estaba financiada por la extinta Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), que debido a sus problemas de solvencia cerró el grifo de la financiación. Por su parte, con el estallido de la crisis inmobiliaria la empresa no pudo vender las casas, y sin financiación bancaria la promoción quedó paralizada hasta ahora.

En 2011 la CAM fue intervenida por el Estado y posteriormente fue vendida, a un precio simbólico, al Banco Sabadell, y su inmobiliaria Solvia se quedó con la promoción abandonada de Sa Coma. La inmobiliaria del Sabadell tuvo a la venta el complejo durante muchos años y fueron varios los inversores que se interesaron en adquirirlo, pero no ha sido hasta este 2022 cuando ha fructificado una oferta a cargo de Finques SIP y un grupo de empresarios catalanes y todo indica que 15 años después desaparecerá uno de los símbolo más evidentes de la crisis de 2008.