En las farmacias ya no se vive la locura del año pasado, cuando algunas boticas tuvieron que restringir las ventas y elaborar listas de espera para los test de antígenos. | Archivo

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La pandemia de coronavirus sigue su curso aunque ya no esté en el centro de todas las conversaciones ni condicione el día a día. Siete personas están hospitalizadas en planta del Hospital Mateu Orfila, dos a causa de la covid-19 y cinco que han dado positivo, mientras doce ancianos en residencias también se han infectado con el virus, según los últimos datos semanales de la Conselleria de Salud. La sensación de riesgo disminuye y eso hace que la vacunación con las dosis de refuerzo avance muy lentamente en las franjas de edad más elevadas mientras que está estancada entre los grupos más jóvenes.

La primera dosis de refuerzo, la tercera, la ha recibido ya un 56,8 por ciento de la población menorquina, según el portal de Salud para el seguimiento de la pandemia. La cuarta dosis solo la lleva un 13,52 de los menorquines, es tan solo de un 6 por ciento en mayores de 50 hasta los 59 años y residual en los grupos de edades inferiores.

Baste comparar los datos de vacunación actuales con los de un año atrás: en lo que va de diciembre se han puesto 953 pinchazos mientras que en el mismo mes de 2021 se administraron 12.489. Claro que entonces el proceso se aceleró con la incorporación de la vacunación a menores y de las dosis de refuerzo.

Las autoridades sanitarias insisten en su recomendación de vacunarse para minimizar el riesgo en caso de contraer la enfermedad.

Desde el pasado día 17 la Conselleria de Salud ha abierto la posibilidad de recibir la segunda dosis de recuerdo (la cuarta dosis) a la población general, a todas las personas mayores de 12 años o más sin que tengan condiciones especiales de riesgo. Para ser inoculado se puede acudir a los centros de salud (Canal Salat, Dalt Sant Joan, Verge del Toro, Es Banyer y Ferreries) pidiendo cita o sin necesidad de pedirla los viernes, de 12 a 13 horas.

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Los niños de 5 a 11 años con factores de riesgo (diabetes, fibrosis quística o inmunosupresión) que han completado ya la primovacunación (dos dosis) serán citados por los servicios sanitarios para las de refuerzo y serán vacunados en el hospital.

Este jueves se cumplen dos años desde que se inició la campaña de vacunación en Menorca, primero con los mayores y los pacientes más vulnerables. La cobertura con las dos dosis es muy elevada, llega al 91,5 por ciento de la población. Es total (100 %) entre los mayores de 60 años y en el grupo de 16 a 19 años, y alcanza porcentajes muy altos, entre el 96 y el 98 por ciento, en todas las franjas excepto en el colectivo que más se ha resistido: de los 30 a los 39 años, aún así con un 85,6 por ciento de vacunados con pauta completa.

Autodiagnóstico

El año pasado, a las puertas de la Navidad y durante todo el mes de diciembre, se desató la demanda de test de antígenos en las farmacias. Ante los eventos y encuentros familiares, la prueba de autodiagnóstico ofrecía más seguridad y reducía el riesgo de contagiar a otras personas en caso de dar positivo. La Cooperativa Farmacéutica de Menorca (Cofarme) distribuyó en diciembre de 2021 a las oficinas de farmacia un total de 16.700 test nasales; en lo que va de este mes ha vendido 4.500 test, una cifra nada desdeñable pero que supone un descenso del 73 por ciento.

En las farmacias ya no se vive la locura del año pasado, cuando algunas boticas tuvieron que restringir las ventas y elaborar listas de espera para los test de antígenos. Para celebrar la despedida del año hubo clientes que aguardaban una prueba desde Nochebuena, otros peregrinaron por distintas farmacias de la isla o hacían largas colas al enterarse de que había llegado la mercancía. La situación se ha normalizado, los test se venden pero las cifras han descendido.

En cuanto a los contagios y las variantes del SARS-CoV-2 que circulan, en España sigue predominando ómicron, que comprende cinco linajes, BA.5 es el más presente y la nueva variante china, que preocupa a las autoridades sanitarias, es la BF.7, un sublinaje de la BA.5. Esta subvariante mantiene ahora en vilo a la comunidad científica y a los países muy vigilantes para que no se expanda por Europa. Como cada vez que se han producido mutaciones, BF.7 incrementa su capacidad de contagio, sobre todo en personas mayores o con patologías crónicas o en inmunosuprimidos. La UE evalúa medidas conjuntas y de momento España no pide PCR a los viajeros procedentes de China, como ya ha anunciado Italia.