Los particulares aprovecharon hasta el 31 de diciembre para repostar con la rebaja. | Josep Bagur Gomila

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La bonificación de 20 céntimos por litro de combustible expiró, para la mayoría de los conductores, el pasado 31 de diciembre, pero continúa activa para los transportistas, incluyendo el sector del taxi, los agricultores, los pescadores y las navieras. El Gobierno decidió mantener las ayudas al carburante, pero solo para el transporte profesional. El objetivo, según anunció la Administración, es doble: mitigar el elevado coste que supone el repostaje y garantizar la sostenibilidad económica del sector. No obstante, el nuevo sistema para aprovecharse de esta medida aprobada en el paquete anticrisis no convence a los beneficiarios y, lejos de tranquilizarlos, les genera desconfianza.

«Se ha vendido muy bien esto de las ayudas al carburante, pero los 20 céntimos se reducen después a la mitad», recuerdan desde la Asociación de Empresas de Transporte de Menorca (Astrame). El descuento de 20 céntimos por litro estará vigente para el sector del transporte profesional entre el 1 de enero y el 31 de marzo de 2023. A partir de entonces, el Gobierno ha fijado una rebaja de 10 céntimos por litro, hasta el 30 de junio. «La medida es bienvenida, no estaba clara su continuidad, pero ojalá no fuera necesaria una bonificación», aclaran, refiriéndose a la evolución del precio del combustible y al temor de que siga al alza.

«Complicación» del trámite

El mecanismo para abonar estos descuentos tampoco convence al sector, ya que dejan de ser inmediatos en las estaciones de servicio. En función de si los beneficiarios tienen derecho o no a la devolución parcial del impuesto sobre hidrocarburos, recibirán la bonificación junto con esta en un pago mensual o deberán solicitarla ante la Agencia Tributaria. «Hasta ahora se hacía de una manera ágil, con el nuevo método se complica y provoca que muchos profesionales desistan de reclamar las ayudas», advierte Lluís Moll, gerente de Mascaró Morera, empresa dedicada al transporte por carretera que cuenta con 330 matrículas, 200 de las cuales correponden a camiones.

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La actualización de la medida se tiene que analizar, en palabras de José Navarro, presidente de la Asociación de Taxis de Maó, «con detenimiento y profundidad». Apunta que entre un 60 y 70 por ciento de la flota de taxis son híbridos y, de acuerdo con la tabla publicada por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, estos vehículos quedarían fuera del plan de ayudas. Aparte, el descuento de 20 céntimos por litro, asegura Navarro, «no resuelve nada» tal y como está el precio del carburante, por lo que «esa solución que parecía poner fin a todos los problemas, acaba siendo un desastre».

Agricultura y pesca

El incremento de los costes ha afectado a la rentabilidad de las explotaciones agrarias y de los pescadores, que seguirán contando con las ayudas del Gobierno al carburante hasta el 30 de junio. «Cualquier bonificación es positiva y bienvenida», afirma Lluís Nadal de Olives, presidente de la Asociación de Empresarios de Explotaciones Agrarias de Menorca (Agrame), que recuerda que ellos ya tenían derecho a la devolución parcial del impuesto sobre hidrocarburos y que el trámite acaba siendo el mismo.

Con distintos ojos percibe la situación Pito Quintana, patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Maó. «Antes nos iba bien, notábamos inmediatamente el impacto de la rebaja en el bolsillo», explica, denunciando que ahora el proceso «es muy dificultoso». El precio que deberán pagar es el mismo que cualquier usuario hasta que soliciten el descuento y reciban, «si es que lo recibimos», indica Quintana, el importe.

El apunte

Las reacciones

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El patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Maó, Pito Quintana, se muestra escéptico con el paquete anticrisis aprobado por el Gobierno y, en relación con la bonificación al carburante, asegura que «el modo de proceder genera una desconfianza total». Le parece «mal» que tengan que pagar el precio establecido y que no reciban el descuento hasta que lo solicitan.

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Para Lluís Moll, gerente de Mascaró Morera, «el Gobierno puede hacer más que reducir 20 céntimos por litro de combustible». Advierte que, en su caso, «hemos pagado un 60 por ciento más con respecto al año pasado, con un aumento del consumo de entre el 10 y el 15 por ciento». Teme que a finales de enero el precio del carburante vuelva a subir.

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Las ayudas para repostar son «insuficientes» para José Navarro, presidente de la Asociación de Taxis de Maó, que opina que «el descuento es otra operación más de ese trilerismo político al que nos tienen acostumbrados». Recuerda, además, que en este contexto inflacionista las tarifas continúan estando un 30 por ciento por debajo que las del resto del Estado.

Luis Nadal de Olives, presidente de Agrame: «Sería preocupante que los precios volvieran a subir»

Las variaciones del coste del combustible, los fertilizantes, el pienso y las semillas, entre otros elementos indispensables para trabajar en el campo, suponen un obstáculo para el sector agrícola. Lluís Nadal de Olives, presidente de Agrame, anuncia, en este sentido, que «sería preocupante que los precios volvieran a subir», impidiendo beneficios.