Un joven deposita una bolsa en el contenedor de rechazo. La mayor parte sigue sin separarse | Katerina Pu

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La selección de residuos en los hogares menorquines no avanza como debiera, la cantidad separada en contenedores supuso el año pasado un 20,42 por ciento del total recogido mediante este sistema, mientras que el año anterior, 2021, supuso un 20,65 por ciento. Los porcentajes se estancan y siguen muy lejos de los objetivos que marca la Unión Europea, que para 2025 plantea aumentar la preparación para la reutilización y el reciclado de residuos municipales hasta un mínimo del 55 por ciento en peso. Dicho porcentaje deberá ser del 60 por ciento en 2030, según la Ley de Residuos y Suelos contaminados para una Economía Circular (Ley 7/2022), que incorpora al ordenamiento jurídico español la directiva 2018/851 con un objetivo claro: avanzar hacia ese aprovechamiento máximo de la basura generada.

Según la memoria 2022 del Consorcio de Residuos y Energía de Menorca, el porcentaje de recogida selectiva mejora si se tienen en cuenta los materiales recogidos a través de los puntos verdes o deixalleries municipales, siendo de un 32,21 por ciento, pero de nuevo se suspende el examen europeo.

Sistema agotado

Ante la realidad de los datos, el Consorcio reconoce en su análisis anual que ha llegado el momento de cambiar de modelo. «Todos los datos apuntan a la necesidad urgente de implantar un nuevo modelo de recogida selectiva», señala este órgano en su documento, un sistema «que implemente la recogida de materia orgánica y facilite el incremento de la recogida separada del resto de fracciones de origen doméstico». En la práctica esto supone acelerar la recogida puerta a puerta, la apuesta del Consorcio para mejorar resultados, y retirar los contenedores de las calles, como ya ocurre en otros municipios de Balears. Un modelo ‘puerta a puerta’ «acompañado de beneficios fiscales es la clave para lograr los objetivos de reciclaje marcados por la normativa», subraya el Consorcio.

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Sin embargo, en los dos municipios en los que se tiene que implantar esta iniciativa, Es Castell y los núcleos de Maó, Llucmaçanes y Sant Climent, su puesta en marcha acumula retraso. El Consorcio esperaba tener el sistema operativo a finales del año pasado pero los plazos no se cumplen, aunque los servicios de recogida de residuos puerta a puerta en Maó y Es Castell se adjudicaron por un importe total de 25,5 millones de euros.

En cuanto a la generación de residuos, la R de reducir ha sido imposible de cumplir con la reactivación económica y turística. En 2022 se produjeron 68.024 toneladas de basura en Menorca, un 4,20 por ciento más que el año anterior, 2021, cuando la basura generada sumó 65.277 toneladas.

La mejora de la selección en origen de algunos residuos como el vidrio, que batió un récord histórico en Menorca con 3.709,49 toneladas recogidas, no ha evitado que –con la subida paralela de la producción de más basura–, crezca también la fracción resto. Los residuos mezclados, pese a que la nueva planta de tratamiento preveía valorizar un 70 por ciento de este tipo de basura, han ido en aumento, pasando de las 41.045 toneladas de 2021 a las 45.246 toneladas recogidas el año pasado.

Las claves
  1. Normativa

    La Ley estatal de Residuos y Economía Circular, que incorpora la directiva europea 2018/851, fija objetivos ambiciosos: para 2025 aumentar hasta un 55 por ciento la preparación para la reutilización y reciclado de residuos municipales. En 2030 esa proporción debe llegar al 60 por ciento.

  2. Más generación

    La reactivación turística tras la pandemia hizo subir la generación de residuos en la Isla. El Consorcio admite que la R de reducir ha sido imposible de lograr. El año pasado se produjeron 2.747 toneladas más que el anterior, un 4,20 por ciento de incremento.