Un camión de reciclaje entra en la planta de Milà. | Archivo

TW
9

Las entradas directas al vertedero se redujeron de manera considerable respecto al año 2021 pero aún así, después de todos los procesos de recogida, selección y preparación para el tratamiento posterior, aún quedaron diez mil toneladas de basura que se enterraron en las celdas de Milà. El año anterior fueron un total de 17.692 toneladas de entrada directa al vertedero, por lo que en 2022 el descenso fue del 43,48 por ciento. Entre esta basura que no se recicla y va al vertedero los volúmenes más importantes corresponden a residuos que incluyen la mezcla de materiales procedentes del tratamiento mecánico, así como a la mezcla de residuos municipales. Entre ambas categorías suman aproximadamente 8.800 toneladas.

Noticias relacionadas

Los residuos de plástico, excepto embalajes, que son enterrados pesan 184 toneladas, por encima de los residuos sanitarios que suman otras 108 toneladas. En la celda C del vertedero se depositan residuos como materiales de construcción que contienen amianto, con 115,54 toneladas, y cenizas de horno y escorias (el producto resultante de los materiales no combustibles que se introducen en los hornos), otras 129 toneladas.

En 2022 los meses de junio, julio y diciembre fueron los periodos que más basura destinada a ser enterrada en las celdas se generó, superando cada uno de ellos las mil toneladas, siendo julio, con 1.392, y diciembre, con 1.380, los meses punta.