El sector se ve afectado por una reducción del consumo en los productos de moda. | Josep Bagur Gomila

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El nuevo convenio colectivo del sector del calzado, publicado la pasada semana en el Boletín Oficial del Estado, recoge la posibilidad de que las empresas con dificultades económicas, técnicas, organizativas o productivas, podrán convertir los contratos fijos de sus empleados en fijos discontinuos. Una fórmula que se presenta como alternativa a los despidos y que, en realidad, en Menorca lleva varias décadas aplicándose. Sin embargo, los últimos años ha habido un cambio de tendencia, acentuada el último curso por las inspecciones de trabajo, que se ha traducido en conversiones de contratos fijos discontinuos en indefinidos.

Según datos del Institut d’Estadística de les Illes Balears (Ibestat), en el cuarto trimestre de 2022, el sector del calzado tenía empleadas a 641 personas. De estas, 356 (55,5 por ciento) eran fijos discontinuos y 243 (37,9 por ciento) eran indefinidos a tiempo completo. El resto eran contrataciones indefinidas a tiempo parcial o temporales.

Los datos difieren bastante a lo largo de todo el año, por estar el sector condicionado por las temporadas de moda. Así, en el segundo trimestre de 2022, en Menorca había un centenar de personas más que a finales de año, 745, siendo 462 fijos discontinuos (62 por ciento) y 206 indefinidos (27,6 por ciento). Unos datos que, si se comparan con el mismo periodo de 2012, indican un descenso tanto en el número de contratos, como de las contrataciones intermitentes. De los 983 empleados que había hace una década,    828 eran fijos discontinuos (84,2 por ciento), 54 (5,5 por ciento) eran indefinidos a tiempo completo, y 88 (8,9 por ciento) eran contratos temporales (a tiempo completo, o parcial).

Este descenso lo relacionan en el sector con los cambios en la Reforma Laboral y la puesta en marcha del Plan de Lucha contra la Precariedad Laboral del Govern, con una «plaga de inspecciones en las empresas», repartidas en «tres campañas, y se han pasado contratos de fijos discontinuos a indefinidos». Lo expone el presidente de la Asociación de Fabricantes de Calzado de Menorca, Juan Carlos Fernández, quien señaló que, incluso, muchos empresarios han convertido contratos anticipándose a una supervisión.

Contradicciones

Todo esto genera «daños colaterales para el sector», donde aseguran que «a las empresas no nos interesa tener a la gente parada». Todo lo contrario. Pero se encuentran que la Reforma Laboral «dice que, como máximo, un trabajador fijo discontinuo puede trabajar el 86 por ciento de la jornada», lo que viene a representar «menos de un mes y medio de paro». Así, si es posible reducir la inactividad a solo «un mes y una semana, has de pagar el año completo, tanto si trabajas como si no», al ser de obligación los contratos indefinidos. «Esto no ayuda, en lugar de resolver problemas, añaden más», lamenta Fernández.

En esta cuestión, también influyen factores externos, como las demoras de los proveedores. «Estos últimos años hay problemas», lo que ralentiza la producción y se ha empleado más tiempo del que habría hecho falta. «Hay que regular mejor el tema de los fijos discontinuos», en un sector que «en Menorca, desde hace 25 años casi todas las empresas» recurren a estos contratos. «Antes, el 85 por ciento eran fijos discontinuos, ahora, con las inspecciones, han bajado». Con todo, la asociación ve como la producción de calzado «va aguantando, el 70 por ciento va a exportación y lo nacional va a menos». Influye el descenso de consumo, porque «desaparece la clase media con poder adquisitivo», concluye Juan Carlos Fernández.

El apunte

El mal endémico de la falta de mano de obra y de formación

Desde la Asociación de Fabricantes de Calzado de Menorca, ven como el sector tiene dificultades para encontrar mano de obra. «Pasa en el calzado, pero también en la hotelería, no encuentras gente que quiera trabajar», a pesar de que «intentamos mejorar las condiciones». Eso es, con la «jornada continua que hacen muchas empresas, para que la gente tenga libres las tardes», e incluso, afirma el presidente de la entidad, Juan Carlos Fernández, «a los trabajadores les gusta el contrato fijo discontinuo, porque entre temporada y temporada hay unas semanas de descanso». Y en cuanto a la formación, se implantó «la formación dual del calzado, el primer año fue bien, al segundo regular, y al tercero ya no se repitió». De ahí que «hace veinte años que hablamos de Educación, pero no se avanza en la formación para los oficios».