La conductora de uno de los taxis temporales que ya funcionan en Maó ayer, en la parada de la Plaça Esplanada. | Gemma Andreu

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La temporada alta comienza con un solo municipio, Maó, con los taxis temporales operativos y el reglamento para las licencias de Vehículos Turísticos con Conductor (VTC) sin aprobar por el Consell, al que solo le queda el pleno de este mes para finalizar el mandato, en teoría la sesión en la que debe aprobarse in extremis el Plan Territorial Insular.

La consellera de Movilidad, Montse Morlà, declinó ayer pronunciarse sobre el reglamento para dar licencias de VTC y avanzar en qué fase se encuentra; esta es una de las medidas del plan de choque de su departamento que el año pasado no salió adelante porque la licitación fue impugnada tanto por el sector del taxi como por alguna de las empresas de transporte discrecional, que no estaban de acuerdo con las condiciones de la convocatoria. En marzo Damià Moll, director insular de Transporte, afirmó que el reglamento avanzaba en su tramitación y que la voluntad era licitar otras 29 licencias, para llegar a un total de 35. Sin embargo, la temporada ha empezado sin que la licitación de licencias VTC se ponga en marcha.

Más taxis

En Maó ya ruedan los taxis temporales, que este año son ocho más, en total 42, que se suman a los 42 que trabajan en invierno, por tanto son 84 los vehículos disponibles, por turnos, entre el 1 de mayo y el 31 de octubre por todo el término municipal. El inicio ha sido puntual, el festivo del Primero de Mayo, cuando ya operaban unos 40 temporales, con dos o tres vehículos a la espera de solventar algún problema técnico pero que se unirán en los próximos días. Es Migjorn Gran, que por primera vez dispone de dos taxis estacionales, los tendrá operativos a mediados de este mes.

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El resto de los ayuntamientos ponen en marcha las licencias temporales a partir del 1 de junio. En Alaior, hay un taxi temporal más que el año pasado, es decir, serán el máximo que les permite el plan de actuación en materia de transporte; el nuevo permiso está en trámite y desde el Consistorio señalan que el momento del inicio lo eligen los profesionales, sabiendo que la licencia temporal tiene una duración de cuatro meses. Lo habitual es que sean los meses de junio a septiembre.

Es Castell también se estrena con las licencias temporales, otorgará cinco, operativas del 1 de juno al 30 de septiembre, y se sumarán a las siete ordinarias, por lo que serán doce taxis en el municipio.

Es Mercadal aumenta licencias temporales, pasa de seis a ocho, y operarán desde el 1 de junio. Ciutadella y Sant Lluís no modifican su flota estival. En la ciudad de poniente hay 20 temporales que operan de juno a septiembre y que, junto a las 23 ordinarias, suman un total de 43. Sant Lluís mantiene sus siete licencias temporales de taxi, que junto a los siete del invierno suman catorce; la fecha de inicio no está aprobada todavía. En cuanto a Ferreries, el Ayuntamiento no ha proporcionado datos actualizados, lo habitual hasta este año era que el municipio contara con dos taxis temporales.

El apunte

El sector desconoce a estas alturas si habrá o no licitación

La empresa de transporte discrecional Berlinas Menorca impugnó la licitación de las licencias de VTC el año pasado por considerar, pese a estar interesada en este tipo de autorizaciones, que «no regulaba bien la actividad, las licencias que se daban no hacían realmente de VTC», declaró ayer el gerente de la firma, JuanFrancisco Gómez.

La Asociación Menorquina de Radio Taxi también presentó un recurso de alzada contra el acuerdo de la Administración insular que recogía la convocatoria de estas licencias para Vehículos de Turismo con Conductor. Lo hizo unos días antes del inicio de la concesión temporal, lo que dejó sin margen de maniobra a la institución, que ya había recibido 41 solicitudes. De eso ha pasado un año y desde Berlinas Menorca aseguran que no tienen «ninguna noticia, ni nosotros ni ninguna empresa interesada, que sepamos no hay nada publicado ni nos han preguntado», señala Gómez, quien además considera que tal vez ya, con el mandato a punto de terminar y la temporada iniciada, no sea el momento más adecuado de aprobar ese reglamento. «Sacarlo ahora con prisas, a punto de unas elecciones, cuando ya se han perdido veinte años durante los cuales ni unos ni otros han querido regular el sector, no sé si es lo mejor», apunta. Su opinión personal es que «no sería ni ético ni correcto» porque lo que vería correcto es que el Consell lo elaborara «asesorado por los transportistas, para no crear competencia con cualquiera de los sectores interesados», algo que hasta la fecha, afirma, no ha sucedido.