Un joven se refresca en una fuente de Maó | Gemma Andreu

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El episodio de altas temperaturas ha llegado este martes a su punto más alto. La temperatura en la Isla ha llegado a los 37,9 grados en Arenal d'en Castell, en una nueva jornada marcada, además por las altas temperaturas, por la elevada humedad y polvo en suspensión. Todos estos ingredientes han provocado una vez más que la sensación de bochorno sea alta.

Las temperaturas más altas se han registrado este martes en la zona noreste de la Isla, según datos de las estaciones meteorológicas de la red Wunderground recopiladas por Meteo Son Blanc. Además de los 37,9 grados del Arenal, se han anotado 37 en Port d'Addaia o 36 en Maó. En la red de las estaciones de la Agencia Estatal de Meteorología, la máxima una vez más ha sido la de Es Mercadal, con 35,2 grados, seguida de los 33,1 de Ciutadella y 31,1 en el aeropuerto.

La alta humedad ha sido otro de los factores de la jornada. En el aeropuerto, a las 15 horas era del 62%, con lo que este cóctel hacía que la temperatura de sensación fuera de 40 grados.

En el mar, la situación no ha sido mejor: la temperatura del agua rondaba los 28 grados en la mayoría de las playas de la Isla.

Temperatura de sensación este martes a las 15 horas

Refresca gracias a la tramontana, pero por pocos días

Por el momento, lo peor de esta primera ola de calor de 2023 ha llegado hasta aquí. La AEMET mantenía para este martes la alerta amarilla por altas temperaturas, pero no prevé activarla más para los próximos días.

La buena noticia es que esta masa de aire caliente procedente del norte de África se retira hacia el sur, con lo que respiraremos un poco mejor. Seguirá haciendo calor, como debe ser en pleno verano, pero no ya con estas temperaturas extremas, que se han situado 10 grados encima de los valores habituales. Para este miércoles seguirá el polvo en suspensión, y la temperatura se prevé que llegue a los 34 grados de máxima.

Anomalía de temperatura para los próximos días, a 1.500 metros de altura | Meteociel

Será a partir del jueves cuando se notará un descenso mayor de la temperatura, gracias a la bendita tramontana. El viento hará también retirar el polvo en suspensión durante la jornada. La máxima prevista es de 30 grados.

La otra cara de la moneda es que durará poco: a partir del sábado y el fin de semana las previsiones indican que volverán a subir las temperaturas, aunque todo pinta que no se alcanzarán valores extremos. El viento volverá a girar, de nuevo a sureste.