El nuevo PTI eleva la superficie protegida, que ya ocupa más del 77 por ciento de la superficie de la Isla.  | Gemma Andreu

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El nuevo Plan Territorial Insular (PTI) que el equipo de gobierno del Consell entrante se ha encontrado encima de la mesa da una vuelta de tuerca a la preservación del territorio, incrementando considerablemente la superficie de suelo protegido respecto al anterior planeamiento. Algo más de 9.050 hectáreas de terreno, 90,5 kilómetros cuadrados, han sido incorporados a alguna de las diversas categorías de preservación, elevando un 20 por ciento la superficie protegida. Antes de la revisión del PTI el suelo protegido ocupaba 45.293,7 hectáreas, el 64,5 por ciento del total de la Isla; ahora ese porcentaje se ha elevado hasta el punto de que se puede afirmar que el 77,4 por ciento del territorio de Menorca está preservado.

En la documentación que acompaña al texto normativo, que fue aprobado a cinco días de las elecciones del 28-M, pero que ha entrado en vigor hace apenas un mes, el propio equipo de redactores de la revisión destaca entre las principales novedades del nuevo PTI el «sustancial incremento de la superficie de suelo protegido», que responde a varios motivos, principalmente a una contabilización «de forma más correcta» de los porcentajes de suelo, revisando y ajustando las categorías de suelo rústico protegido y común atendiendo a un estudio más detallado de sus condiciones y estado».

Más rústico

De hecho a través de esa revisión, mediante trabajo de campo, fotografías aéreas y cartografía actualizadas, se ha elevado el porcentaje de terrenos no urbanos sobre el total de la Isla. En el anterior PTI la superficie de suelo rústico era de 66.360,5 hectáreas, el 94,5 por ciento del total de la Isla. Ahora con el nuevo PTI se considera suelo rústico –tanto protegido, como común– el 97,5 por ciento de los 702 kilómetros cuadrados que tiene Menorca.

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También se ha elevado el porcentaje de suelo rústico protegido sobre el total de suelo rústico, que ha pasado del 68,3 por ciento del PTI de 2003 al 79,4 por ciento del de 2023. Estos incrementos responden a «un profundo estudio de los valores ambientales del territorio, la reorganización de las categorías de suelo rústico» y también a la revisión de la delimitación de las llamadas Áreas de Transición, las zonas colindantes con el suelo clasificado como urbano o urbanizable de los núcleos urbanos tradicionales, y cuyo objeto es albergar los futuros crecimientos.

La drástica reducción de las zonas de ensanchamiento futuro de los núcleos urbanos que se recogían en el PTI del año 2003 explica aproximadamente el diez por ciento del crecimiento de la superficie protegida en el nuevo documento. Sobre casi 1.000 hectáreas de suelo rústico común en las que los núcleos urbanos tradicionales de la Isla podían crecer hasta la revisión del PTI pesan ahora figuras de protección.

Las Áreas de Transición ocupaban en el anterior PTI un total de 1.069 hectáreas mientras que en el nuevo documento la superficie de crecimiento de los llamados núcleos urbanos tradicionales, los pueblos, queda reducida a 146,21 hectáreas, un recorte que se lleva a cabo «atendiendo a una reducción muy significativa del crecimiento, que solo puede destinarse a albergar viviendas de protección» y siempre y cuando se haya consumido «la totalidad del suelo todavía vacante» en los pueblos.

De las Áreas de Transición se han excluido los terrenos pertenecientes a alguna de las categorías de suelo protegido, los arroyos y áreas con riesgo de inundación, y las áreas de protección territorial de Carreteras y de Costas, así como aquellos terrenos con pendientes demasiado pronunciadas.