Una segunda inspección realizada este viernes en el voladizo de la cubierta del CEIP Joan Benejam, reveló «patologías mucho más graves» de lo que se había pensado en una primera instancia. Tan es así que el lunes realizarán una nueva valoración técnicos del Ibisec, el Institut Balear d’Infraestructures i Serveis Educatius de la Conselleria de Educación, para decidir el tipo de actuación que debe llevarse a cabo.
El portavoz del equipo de gobierno en Ciutadella, Joan Benejam, señaló ayer que, lo que parecían simples cascotes desprendidos, amagaban en realidad problemas más importantes en la estructura del inmueble.
En la revisión hecha ayer, los técnicos hicieron catas en la fachada y descubrieron que su estado es peor de lo esperado. Hasta el lunes, el edificio permanecerá acordonado para garantizar la seguridad en la zona, a la espera de la visita del personal del Ibisec.
Según comentaba Benejam, a priori, estas deficiencias no tienen nada que ver con la actuación integral de renovación de la cubierta que se hizo en 2016. De hecho, estos problemas se han detectado justo donde acabó esa intervención. Por su parte, desde el colegio han remitido una carta a las familias, indicando las medidas preventivas, que incluyen el acordonamiento de la parte del patio cubierta por la cornisa.
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Lo que está claro, es que empiezan a sobrar ingenieros. El resultado salta a la vista continuamente