Xisco Cardona, cuando todavía se sentaba junto a la jefa del grupo parlamentario, Idoia Ribas. | Pilar Pellicer

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La decisión de Xisco Cardona de abandonar Vox manteniendo el escaño le relega en la práctica al ostracismo parlamentario. Ha pasado a ser diputado no adscrito a ningún grupo político, una especie de limbo en el que mantiene su derecho a voto en los plenos (y la asignación económica), pero en el que ve muy limitado su margen de intervención en la Cámara balear. El reglamento del Parlament fue modificado en el penúltimo pleno de la legislatura 2015-2019 precisamente para evitar que el Grupo Mixto, al que hasta la fecha pasaban los diputados que eran expulsados o abandonaban un grupo parlamentario, creciera a lo largo de un mandato.

Se venía entonces de una legislatura con mucho trasiego en el Grupo Mixto, que arrancó en 2015 con tres diputados (dos de Ciudadanos y uno de Gent per Formentera) y terminó con siete, tras la salida de Podemos de Xelo Huertas, Montse Seijas y Salvador Aguilera y la expulsión de Álvaro Gijón del Grupo Popular. La irrupción de esos diputados en el Grupo Mixto, que forman inicialmente los partidos que no llegan a lograr tres diputados, produjo mucha polémica porque obligaba a repartir entre más diputados la asignación económica prevista inicialmente para el Grupo Mixto y el protagonismo en la actividad parlamentaria, además de los espacios físicos y el derecho a contar con recursos para contratar personal para labores administrativas o de asistencia en la comunicación.

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No recibirá compensaciones 'extra'

Ahora Xisco Cardona se encuentra una situación bien distinta a la que por ejemplo tuvo otra diputada menorquina como Monste Seijas. No recibirá más compensaciones económicas que la que le corresponden individualmente, no podrá contar con personal administrativo a su cargo, no tendrá derecho a despacho y verá muy limitado su protagonismo en el pleno, en el que solo podrá realizar una intervención oral a lo largo de todo un periodo de sesiones, aproximadamente cada cuatro meses.

Tendrá derecho a formar parte de una comisión parlamentaria, pero no podrá votar en la misma y, como ha ocurrido en otros casos, se puede dar el caso que presente iniciativas que no pueda defender ante el pleno. El Grupo Mixto lo forman en esta legislatura cuatro diputados, los dos de Més per Menorca, Josep Castells y Joana Gomila, la única diputada de Unidas Podemos, Cristina Gómez, y el diputado de Sa Unió de Formentera, Llorenç Córdoba.