La consellera Maite de Medrano en una protesta contra la amnistia frente a la sede del PSOE. | Katerina Pu

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El que fuera director insular de Vivienda, Ricardo Galí, antes de ser cesado por el presidente Adolfo Vilafranca a petición de la consellera de Vox, Maite de Medrano, pidió amparo a Recursos Humanos del Consell por el «acoso laboral» que estaba sufriendo por parte de su consellera.

Lo ha desvelado en el pleno de este lunes el conseller socialista Eduardo Robsy y lo ha confirmado a este diario el propio Ricardo Galí. El director insular el pasado 31 de octubre presentó dos registros de entrada dirigidos al Servicio de Riesgos Laborales del Consell en el que pedía que se activara el protocolo de acoso laboral. La denuncia ante el organismo del Consell se presentó un martes, Galí el jueves se puso de baja y el domingo la consellera De Medrano publicó el tuit que reclamaba su destitución, desencadenando la crisis que acabó por rompiendo el gobierno de coalición entre PP y Vox.

Finalmente el director insular de Vox fue cesado por Vilafranca el 9 de noviembre y la destitución se publicó en el BOIB dos días después. Galí no tiene duda de que una cosa llevó a la otra y que su petición de cese «es una represalia» por pedir que se activara el protocolo de acoso laboral. En los registros de entrada, Galí relata el acoso sufrido, que van desde prohibirle hablar con el Ibavi, no poder reunirse con su consellera o ser ninguneado y menospreciado en público por parte de la consellera.

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Ahora mismo, se desconoce si desde Recursos Humanos del Consell se incoó algún expediente para aclarar lo denunciado por el entonces director insular de Vivienda y cuáles pueden ser las consecuencias. Lo que parece claro es que este caso no va acabar aquí, y que Galí puede acabar presentando una denuncia por acoso laboral ante la Justicia ordinaria, extremo que el afectado de momento no confirma.

En el pleno de este lunes el conseller socialista pidió al presidente que relatara si conocía que se hubiera pedido la activación del protocolo de acoso laboral y planteó más dudas, entre ellas algunas legales, sobre este caso. Robsy, tras recordar que Vilafranca «fue director insular de Servicios Generales y jefe de Recursos Humanos de una empresa privada» y sabe cómo funciona el personal, critica que «se despidiera a Galí mientras estaba de baja médica y diez días después de denunciar una situación de acoso laboral, tipificada como delito».

Por su parte, Vilafranca se limitó a exponer que Ricardo Galí fue cesado «a petición de la consellera de Medrano, por falta de confianza» y afirmó que «no me corresponde a mí valorarlo, sino a la consellera».