El matadero de Ciutadella viene siendo objeto de mejoras constantes. | Josep Bagur Gomila

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No habrá matadero insular. El Consell descarta definitivamente construir la infraestructura prevista desde hace dos décadas. A cambio, aportará un millón de euros a los ayuntamientos de Maó y Ciutadella para que puedan subsanar las deficiencias que arrastran sus respectivos mataderos y ayudarles así a renovar las instalaciones y adaptarlas a la normativa.

«Asumí el cargo con la idea muy clara de hacer lo posible por resolver este problema», dice la consellera Maria Antònia Taltavull. «Sin unos mataderos en condiciones no podemos reactivar plenamente la rentabilidad del campo. Es como empezar la casa por el tejado».

El lunes el pleno ya aprobó la modificación presupuestaria para poder transferir medio millón a cada ayuntamiento. El acuerdo será plasmado antes de que finalice el año en un convenio que también comprometerá otros 100.000 euros para ambos municipios y el pago del coste de eliminación de los residuos sandach.

Ambos ayuntamientos sopesan aprovechar esta aportación y otras pendientes de la institución insular y del Fogaiba del Govern para invertir dos millones y medio de euros en la puesta a punto de sus mataderos. «Me reuní con ellos y les pedí que escribieran su carta a los reyes, una memoria que reflejase todas sus necesidades», dice Taltavull, quien ahora anima a ambos gobiernos a «culminar el trabajo».

Ciutadella, que concentra el 80 por ciento del sacrificio de ganado en la Isla, prevé acometer con esta ayuda una inversión de 712.000 euros, complementaria de otra de 980.000 euros aún pendiente de ejecutar. Esta segunda partida, con fondos del Fogaiba, servirá para tratar la sangre de las reses y mejorar la depuración y saneamiento.

El convenio con el Govern se firmó en 2021 con el compromiso de tener las obras adjudicadas en dos años. Pero, tras el cambio de mandato, la alcaldesa Juana Mari Pons ha tenido que pedir una prórroga de un año, que ya se ha concedido, para no perder la subvención.

Con el nuevo medio millón del Consell también podrán sufragarse buena parte de los 712.000 euros en inversiones que el informe técnico encargado por el gobierno local ve necesarias para la «puesta a punto» del matadero. «Se trata de atender las deficiencias detectadas en las inspecciones sanitarias, las peticiones de los trabajadores y usuarios y dar cumplimiento a la ley de bienestar animal», resume la alcaldesa.

Entre otras actuaciones, se prevé rehabilitar las cuadras, dotar de equipos de protección para el bienestar animal, renovar las puertas de entrada a los almacenes y muelles de descarga de aves y, a la vez, aislar y cerrar mejor el techo de las cámaras frigoríficas que guardan la carne. Asimismo, «para reducir el peligro de contaminación», se habilitará un centro de lavado del vehículo de transporte. También contempla instalar un sistema de videovigilancia, reformar los lavabos y salas para los trabajadores y pavimentar el exterior del recinto. Estas mejoras «se añaden a las que ya se han venido ejecutando», por lo que también la alcaldesa ve mejor «seguir por esta vía que derribar el matadero y construir uno nuevo».

El Ayuntamiento de Maó también cuenta con el proyecto de un ingeniero que apunta las deficiencias sanitarias y de infraestructura que más urge solventar. No obstante, la concejal Susana    Salom prefiere valorarlas primero con la Cooperativa Verge Monte Toro, que desde 2004 ostenta la concesión del servicio.

De hecho, Maó podrá aprovechar aún más la ayuda del Consell, puesto que al medio millón para inversiones le podrá sumar al menos otros 100.000 euros que sobrarán de la partida destinada a eliminar los residuos sandach. Con estos más de 600.000 euros, Salom espera renovar las instalaciones y garantizar la salubridad del sacrificio, mediante la instalación, entre otros, de un arco de desinfección del ganado. «Nuestro objetivo -remarca- es salvar el sector primario de Maó».

Adiós al proyecto de hace 20 años

La decisión del actual gobierno del PP en el Consell da carpetazo definitivo a la idea de construir en Ciutadella un único matadero insular que diese respuesta a las necesidades de sacrificio de ganado de toda Menorca.

La iniciativa, planteada hace 20 años por la entonces consellera de Agricultura, Antònia Allès (PSM), ha estado en la mesa de sus predecesores en cada mandato, sin que ninguno de ellos, de distinto color político, lo hayan llevado a efecto. Ni siquiera el hecho de que el entonces gobierno tripartito de izquierdas lo incluyera en el primer Pla Territorial Insular (PTI) aprobado en 2003 ha pesado lo suficiente.

Atrás queda el concurso de ideas convocado por el Consell en el año 2006, que acabó premiando la propuesta «Dotzena Illa», presentada conjuntamente por la balear Abril Consultoria Ambiental y el estudio riojano de arquitectura Faber 1900. El proyecto resultante se cuantificó en 9,8 millones de euros, pero las obras, que debían iniciarse a mediados de 2011, nunca llegaron a ejecutarse.

El apunte

Medio millón para pagarle el ‘sandach’ a los ayuntamientos

El Consell inyectará otro medio millón entre los dos ayuntamientos para ayudarles a costear la eliminación de los subproductos animales no destinados al consumo humano (sandach), que desde 2019 Ciutadella transporta anualmente a la Península para su transformación. Así se evita el elevado coste de incineración de estos residuos en la planta de Milà, que le obligaba a desembolsar el doble de dinero que en la actualidad. El precio de incineración, que en Milà es de 900 euros por tonelada, se reduce a un máximo de 493 desde que la empresa Transportes Cardona SL de Ferreries asume el servicio de recogida, almacenamiento y posterior traslado del sandach a un centro autorizado de Soria.

En la práctica, los 250.000 euros que ha comprometido ahora el Consell permitirán que el Ayuntamiento no deba pagar nada el próximo año por este servicio que, tras sucesivas prórrogas, ha vuelto a sacar a concurso por un importe anual de 221.850 euros más IVA.

También el Ayuntamiento de Maó se ahorrará la inversión de 133.057 euros que prevé realizar para comprar una máquina que triture y esterilice los restos animales para reducir hasta en un 90 por ciento los residuos de deshecho resultantes del sacrificio del ganado. El concurso, desierto en dos ocasiones, ha vuelto a salir a licitación.

El medio millón de ayuda para financiar la eliminación del sandach fue comprometido por el anterior gobierno del Consell y será efectivo en pocas semanas.

El problema, asumen todas las partes, es que la solución para abaratar el proceso se antoja todavía lejana. Precisa de la construcción de una planta de biogás que convierta los residuos en energía. Pero la inversión aún no ha sido planteada por la concesionaria que gestiona el área de Milá.

Además, los tribunales han dejado claro que los ayuntamientos de Menorca no están obligados a llevar el sandach a Milà. El recurso que interpuso la empresa gestora cuando Ciutadella decidió llevar los restos fuera fue desestimado por las instancias judiciales.