Quesería Menorquina.

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Después de que la empresa quesera La Payesa anunciara de manera inesperada que dejará de comprar leche a los proveedores de las fincas ganaderas menorquinas el próximo 31 de diciembre, Quesería Menorquina toma cartas en el asunto, y se ofrece a comprar la leche que ahora se ha quedado sin salida. Eso sí, con la condición de que se transforme antes en cuajada.

En total, son ocho los payeses que hasta ahora entregaban a La Payesa tres millones de litros de leche al año, y que ahora deben buscar un nuevo destino a contrarreloj para su producción en el plazo de un mes.

Cuajada

El presidente de Quesería Menorquina, Francisco Tutzó, asegura que si las fincas que hasta ahora vendían su leche a La Payesa tienen las instalaciones necesarias para transformar la leche en cuajada, ellos están dispuestos a recepcionar toda su producción de manera inmediata.

«Quesería Menorquina no tiene instalaciones para recibir leche, porque la materia prima con la que trabajamos es la cuajada, pero si estas fincas pueden convertirla, no tendríamos ningún problema en asumir todo su producto. Ya recogemos cuajada aquí en la Isla y tenemos capacidad para asumir más volumen», afirma Tutzó.

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En este sentido, Quesería Menorquina hará llegar la propuesta esta misma semana a los ocho llocs afectados por la decisión de La Payesa, a través del veterinario de la empresa, con el objetivo de contribuir a buscar una solución, aunque sea provisional, para este nuevo golpe para el sector lechero de la Isla, que ya quedó tocado con la decisión, hace algo más de un año, de Coinga de cerrar la planta envasadora y dejar de producir leche UHT.

Viabilidad de la propuesta

Preguntado por el ofrecimiento de Quesería Menorquina, Miquel Torres, del lloc de So n’Alzina, cree que la propuesta es buena y se podría estudiar, aunque considera que no será fácil que pueda prosperar, porque ahora mismo solo hay dos o tres fincas de las que se han quedado sin comprador que dispongan de una quesería y, además, hace años que las tienen paradas. «En nuestro caso, estamos especializados en hacer leche y ahora mismo no sería factible», asegura, aunque añade que estos días han estado pensando en la posibilidad de reactivar su quesería.

«Estamos hablando de un coste de unos 100.000 euros, porque necesitaríamos una cuba nueva y una cámara frigorífica, y supondría una inversión muy elevada». Por ello, ahora su prioridad es encontrar otra empresa que les compre la leche, y más adelante se podrían plantear fabricar queso. «La Payesa no nos dejaba hacer queso porque decían que les hacíamos la competencia. Si ahora pudiéramos colocar una parte de la leche, quizá podríamos abrir una tienda y vender queso en verano», afirma.

Desde el lloc de Son Bell Lloquet, Sam Bosch, que asegura que todavía está en estado de shock después de recibir la notícia de La Payesa el pasado jueves, agradece la propuesta de Quesería Menorquina, aunque asegura que su finca no está preparada para hacer cuajada y la inversión sería muy grande. Además, cree que sería muy complicado tramitar los permisos necesarios en solo un mes. «La Payesa no te prohibía nada, pero después a los primeros que dejaban de comprar era a los que hacían queso. Por eso, ninguno de los que trabajamos con ellos tiene ahora la quesería a punto», concluye.

El apunte

De tres millones de litros de leche a unas 350 toneladas de cuajada

La cuajada es un producto lácteo, elaborado con leche coagulada por acción del cuajo. De promedio, y siempre dependiendo de la calidad de la leche, se necesitan entre 8,5 y 9,5 litros de leche para obtener un kilo de cuajada. Por ello, si toda la producción de leche que hasta ahora entregaban las nueve fincas menorquinas a La Payesa se transformara en cuajada, se obtendrían unas 350 toneladas de este producto, una cantidad que desde Quesería Menorquina aseguran que podrían absorber de manera inmediata, puesto que trabajan con un volumen mucho mayor.