Carretera hacia Sa Mesquida, donde se espera una ampliación y un paso alternativo del Camí de Cavalls.

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El bajo grado de ejecución de las inversiones por parte del Consell en los últimos años es una constante. Una consecuencia de ello es que al menos 14 millones de euros en iniciativas relativamente destacadas reflejadas en las cuentas de la institución insular se quedarán sin gastar este año. Muchas de ellas vuelven a aparecer en los presupuestos de 2024 pendientes de aprobación, mientras que otras desaparecen por el camino.

La partida de inversiones de los presupuestos del Consell de 2023 contemplaban 49,3 millones de euros, a expensas de posteriores modificaciones de crédito dentro de este capítulo inversor. De la lista inicial, hay muchas partidas que son genéricas, aportaciones a los ayuntamientos en forma de distintos planes insulares de cooperación o de calado menor. El seguimiento del nivel de gasto de estos conceptos es complejo y depende de terceros en varios casos. Será el informe de Intervención el que dicte el grado de no ejecución exacto, cuyo volumen será bastante superior.

Pero solo entre las actuaciones más detalladas y de volumen presupuestario relevante, una treintena larga no se han llevado a cabo pese a tener dinero asignado. Media docena suman ya una parte muy importante de los 14 millones de euros reseñados. La sangría de la inacción se produce sobre todo en aspectos como las mejoras de la red viaria insular, la adquisición de bienes de distinta tipología o proyectos de largo recorrido que siguen sin materializarse, como es el caso del centro de interpretación de S’Enclusa (716.000 euros), la reforma del centro educativo Es Fabiol (medio millón) o la implantación del sistema de depuración terciario en la planta de Maó-Es Castell (poco más de dos millones de euros).

En cuanto a la adquisición de bienes que no se ha producido y que aparecen en las cuentas de 2023 se encuentran, ante todo, la compra del edificio de Correos que el nuevo equipo de gobierno ya ha puesto en cuestión (1,5 millones de euros), el millón habilitado para poder adquirir un solar en Ciutadella con la idea de cederlo al Ibavi, que se encargaría de levantar allí viviendas sociales, o el Aeroclub, con 750.000 euros, una cantidad que ahora se está replanteando. Estos tres proyectos no aparecen en las cuentas del PP para 2024.

En cuanto a las carreteras, de los 8,5 millones de euros contemplados este año se han ejecutado los 2,7 millones de euros de la reforma del tramo de La Argentina, al que hay que sumar algún que otra actuación de menor calado. Quedan pendientes una decena de obras previstas que se están licitando, se han intentado licitar sin suerto o están aún pendientes de tramitar.

La reforma de las boyeras de Trepucó para acondicionarlas como nuevo equipamiento social, el desvío del tramo del Camí de Cavalls que lleva a Sa Mesquida, la rehabilitación del edificio de la Casa de Menorca en Barcelona, actuaciones diversas en el patrimonio histórico de la Isla, la adecuación de las baterías de Favàritx, Ca l’Avi, las obras necesarias para la apertura del centro de baja exigencia, la restauración de la zona de Addaia, entre otras, son inversiones que reaparecen en el proyecto de presupuestos del Consell para 2024 porque, sencillamente, no se han hecho realidad. Del proyecto de instalación de pérgolas de energía fotovoltaica se ha pasado de presupuestar 2,2 millones de euros a destinar 1,2 millones, puesto que los proyectos previstos se han realizado solo parcialmente.

El apunte

Una advertencia constante de Intervención en los últimos ejercicios

Cada año, y desde hace ya varios, el Departamento de Intervención del Consell advierte de la baja ejecución presupuestaria respecto a lo previsto, lo que contrasta con un aumento constante del gasto corriente. En el balance de las cuentas de 2022, último publicado, Intervención señala que de los 33,7 millones –ampliaciones de crédito incluidas–, que la máxima institución insular esperaba destinar a inversiones de mejora, solamente se ejecutaron algo menos de cinco millones.En 2020 se rondó el 20 por ciento de ejecución presupuestaria y desde entonces la tendencia ha sido a la baja. No se espera mucha mejora en 2023.