Un control preventivo de la Policía Local de Ciutadella contra los botellones en Es Pla

TW
26

«Si no logramos dormir este verano tendremos que plantearnos vender la casa y buscar otro lugar, puede parecer una broma pero no lo es, el nivel de ruido era absolutamente insoportable, en especial de las 3 a las 6 de la madrugada». El testimonio es el de un vecino de Sa Muradeta, en Ciutadella, que adquirió en mayo una casa en este barrio sin imaginar que el nivel de ruido le haría pasar desvelado sus noches de vacaciones. El principal foco de molestias en esta zona de la ciudad de poniente es la música y las voces del ocio nocturno.

Las actuaciones policiales relacionadas con la contaminación acústica suelen ser a requerimiento de los vecinos, mediante una instancia ante el Ayuntamiento o una llamada telefónica. A través de esas dos vías este año en Ciutadella han sido atendidos 707 servicios por quejas ciudadanas y se han tramitado 21 instancias. De toda esta actividad inspectora han derivado 34 denuncias por ruidos desde el pasado mes de junio hasta hoy.

En algunos de estos casos se podrán presentar alegaciones pero en la mayoría, el expediente finalizará con una multa por saltarse los límites de la ordenanza de protección del ambiente contra los ruidos y vibraciones.

En verano los servicios se concentran más en las urbanizaciones y en horario nocturno, aunque en la zona del centro de Ciutadella la concentración de gente a la salida de bares, así como los desplazamientos de grupos entre un local y otro, motivan también muchas de esas actuaciones.

Desde el Ayuntamiento se señala que con la presencia policial y las inspecciones preventivas de locales, para que cumplan la normativa y aumente la concienciación sobre el problema, éste «ha ido disminuyendo considerablemente».

Mediciones

En la actualidad hay dos sensores que miden el nivel de ruido en Ciutadella, uno en la Plaça Nova y otro en Sa Muradeta, explica la concejala de Movilidad, Seguridad Ciudadana y Uso de la Vía Pública, Raquel Pericás. Se instalaron como prueba piloto y la edil afirma que, desde entonces, han constatado un descenso en las quejas por ruido. Por ese motivo avanza que se van a mantener y si los decibelios se mantienen a raya, se comprarán más para otros puntos del municipio o esos mismos aparatos, que son móviles, se trasladarán, posiblemente a urbanizaciones, como Cala en Blanes y el Lago de Cala en Bosc.

Aunque la percepción vecinal del ruido es que en esta última temporada no ha bajado, la regidora sostiene que «se han notado bastante» medidas como las inspecciones para que los locales de ocio tengan doble puerta, cumplan el límite de volumen de la música y también el cierre al tráfico en verano de Sa Muradeta, «eso ha atenuado las molestias».

Aires acondicionados

Pero no todas las quejas están relacionadas con la vida nocturna. El Ayuntamiento ha detectado, en este último estío de temperaturas muy elevadas, un incremento de molestias entre vecinos por el ruido de los aparatos de aire acondicionado. De las inspecciones se concluye que la causa suele ser el desgaste de estos electrodomésticos, la falta de mantenimiento de los mismos e incluso por una mala ubicación en su instalación en el edificio.

En cuanto a la actuación municipal, hay que diferenciar dos tipos de molestias por ruidos en las que la policía puede intervenir: por un lado, aquellas en las que cualquier agente de la autoridad puede actuar al momento y que son denunciables por ordenanza, como pueden ser los ruidos causados por la convivencia entre vecinos, la música excesivamente elevada por ejemplo; y por otro, aquellas molestias que se producen por actividades dentro de horario, aires acondicionados, música molesta pero no excesiva o el ruido del funcionamiento de motores.

En Ciutadella se lleva a cabo un control de oficio de los ruidos. Desde el departamento de proximidad se han realizado actuaciones preventivas en bares y restaurantes del centro y la zona del puerto, con el fin de comprobar las licencias y actividades que realizan, las pólizas de seguros en vigor, carteles informativos y si los aparatos de música cumplen los niveles permitidos por la normativa.

El control de la contaminación acústica deriva tanto de las ordenanzas municipales como de normativa balear, estatal y europea.

El apunte

Mateu Seguí Díaz: «No cabe duda de que el ruido produce insomnio y es una fuente de estrés»

Que la exposición al ruido conlleva riesgos para la salud es algo que se ha probado con estudios epidemiológicos. La contaminación acústica, sobre todo de noche, repercute en una mala calidad del sueño que, a su vez, desencadena otras dolencias. «Siempre hay personas más sensibles que otras, pero no cabe duda de que el ruido provoca insomnio y es fuente de estrés», apunta Mateu Seguí Díaz, médico de familia que trata en su consulta a pacientes por este motivo. «Al menos dos tienen problemas de insomnio a causa del ruido de máquinas por la noche», señala, «y se sienten impotentes».

El facultativo afirma que «cuando el ruido es insistente te rompe los ciclos del sueño, que ya sabemos que necesita de rutinas saludables, y ya de nada vale la melatonina». El insomnio influye en la irritabilidad y el estado anímico del paciente, incluso se vincula a problemas cardiovasculares, mentales (cognitivos, demencia, ansiedad) y generales (astenia o mareos). El ruido contribuye a empeorar un mal de nuestros días, el insomnio, que «va a más, lo vemos los médicos en las consultas, por el uso de las pantallas».