Ciutadella acogió este viernes la Fira de l'Ensenyament Superior. | Josep Bagur Gomila

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Desde 1970, cuando se promulgó la Ley General de Educación, hasta la actualidad, con la Lomloe que está vigente desde 2020, han sido ocho las leyes educativas que se han sucedido en España. Un hecho que, según los expertos, no ayuda a dar estabilidad y que perjudica a los propios estudiantes. E igual ocurre con cuestiones como las pruebas de acceso a la universidad (EBAU), ahora en plena discusión, «un tema muy complejo para el estudiante, que le agobia y le hace sufrir mucho».

Así lo apunta Isabel Coronado, orientadora que, desde este viernes, participa en la Fira de l’Ensenyaments Superior que organiza cada año el Centre Municipal Universitari del Ayuntamiento de Ciutadella.

Como profesional con amplia experiencia en el campo de la promoción de la educación (trabajó en la Universitat de Girona), Coronado incide en las numerosas «transformaciones» que ha sufrido el sistema educativo y que, al final, «siempre nos adaptamos a lo que nos imponen» los dirigentes, que ahora discuten sobre la selectividad. Sin embargo, va más allá, «quizá deberíamos plantear si el sistema de bachillerato actual es válido», ya que opina que ha quedado obsoleto y «debería ser un reflejo de la sociedad».

También a la EBAU se refirió la responsable de la Universidad de Navarra desplazada a la Isla con motivo de la feria, Mery Juarros, quien considera que la selectividad «debería ser conjunta, igual para todos, para igualar zonas y que las notas sean más justas y no cierre las puertas a los alumnos cuando eligen una universidad pública».

Escaparate

Cientos de alumnos pasaron durante la mañana de este viernes por la Sala Polivalent del Canal Salat, donde una treintena de universidades, institutos, escuelas superiores, centros adscritos y residencias de estudiantes, expusieron sus catálogos de estudios y servicios. Y lo aprovecharon, algunos más que otros, para analizar las opciones que se abren en el itinerario formativo de cada uno.

Entre los expositores, algunos asistían por primera vez, la Racing Escola Técnica de Girona, CEU Universities, ESIC Business & Marketing School, el U-TAD Centro Universitario de Tecnología y Arte Digital, y tienen presencia tanto la Policía Local, como la Nacional o los bomberos, para mostrarse como alternativas de futuro. También regresan tras unos años de ausencia las universidades de Manresa, Autònoma de Barcelona y de Navarra, y no faltan otras como la central de Barcelona o la UIB, de las Illes Balears, con su oferta de 40 grados y postgrados, entre estos, la novedad del grado de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (antes, INEF), como exponía Núria Hidalgo.

Entre los alumnos, mucha diversidad, «algunos tienen dudas, otros vienen muy seguros de lo que buscan, pero otros no saben qué quieren estudiar», exponía Vicenç Cervelló de la UB. Algo en lo que coincidían desde la Universidad de Navarra. «Cada vez vienen más desorientados», señalaba Juarros, quizá, porque, según Isabel Coronado, «tienen mucha oferta y eso, a veces, es un problema, porque tienen la edad que tienen y unas exigencias de saber qué han de hacer».

Orientación

Por eso, una novedad de esta edición era la introducción que la propia educadora ofrecía a los estudiantes, en los Cines Moix Negre, antes de entrar a la feria, para orientarlos sobre cuestiones a tener en cuenta y qué preguntar en los estands.

Luego, los estudiantes fueron recorriendo las distintas mesas y recabando informaciones. Como    Blanca Pons, Emma Sintes y Maria Carreras, de l’Escola d’Art, que «teníamos miedo de no encontrar apenas ofertas relacionadas con el arte, pero hay muchas opciones», también en cuanto a residencias para estudiantes.

O Tomàs Coll, del IES Maria À. Cardona, que quiere estudiar magisterio y que quería informarse «de las opciones que tengo y saber qué propone cada universidad, pública y privada», en principio de Barcelona, pero sin descartar otros puntos del país. Incluso, estudiantes que no pensaban continuar estudiando, como Izan Martínez, se lo replantean después de pasar por la feria. Al acabar el ciclo de cocina en el ‘Cardona’ «tenía planeado dejar de estudiar, pero ahora puede que siga estudiando cocina, o quizá animación 3D que he descubierto hace poco».