Zonas de más riesgo. Sa Colàrsega y la Estación Naval del puerto de Maó son las zonas que presentan un mayor riesgo de quedar bajo las aguas, según la APB. Por ello, el ente ya contempla la necesidad de elevar los muelles. | Gemma Andreu

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Los temporales marítimos y de viento que azotaron la costa sur de Menorca entre finales de octubre y principios de noviembre del año pasado, arrancaron algunos de los emblemáticos pinos de la playa de Cala Galdana y provocaron el derrumbe del paseo de la urbanización. Ahora, el Ayuntamiento de Ferreries ya tiene listo el proyecto de restitución de la zona, en el cual se ha tenido en cuenta la subida del nivel del mar y la posibilidad de que este tipo de episodios se repitan con más intensidad. En el otro extremo de la Isla, la Autoridad Portuaria de Balears (APB) también se prepara para proteger el puerto de Maó ante la amenaza del cambio climático, y ya contempla en sus proyectos la necesidad de elevar la altura de los muelles.

Se trata de dos ejemplos de cómo las administraciones de la Isla ya se empiezan a preparar para hacer frente al impacto que el cambio climático tendrá en la primera línea de costa. Una amenaza que el investigador del Instituto Español de Oceanografía, Gabriel Jordà, asegura que en el Mediterráneo podría concretarse en una subida del mar de 50 centímetros hacia finales de siglo, en el caso de que se cumpliesen todos los compromisos de los estados para reducir las emisiones, un hecho que no se está produciendo.

Asimismo, en un escenario pesimista, los estudios indican que el aumento podría llegar a ser de 80 centímetros. Por ello, Jordà remarca que «ahora es el momento de empezar a planificar los cambios que serán necesarios para adaptarse a esta situación, porque no van a ser fáciles».

Refuerzo ante los temporales

En Ferreries, el proyecto que el Ayuntamiento ha redactado para reparar los destrozos que causaron las borrascas ‘Ciarán’ y ‘Domingos’ prevé reforzar el muro de protección del paseo marítimo, para hacerlo más resistente a los embates de los temporales y adaptarlo a la subida del nivel del mar, así como a las condiciones climáticas actuales y futuras. Por este motivo, el muro, que hasta ahora medía poco más de un metro de altura, se sustituirá por una estructura más alta, de casi 1,9 metros de altura y el doble de ancha, que quedará enterrada. Además, tendrá forma de T invertida, con lo que se podrá sustentar sobre ella misma y no quedará a merced de los movimientos de arena.

El paseo de Cala Galdana se hundió hace unos meses.| Gemma Andreu
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Aunque el alcalde de Ferreries, Pedro Pons, asegura que de momento no se plantean retirar el paseo, como ya han empezado a hacer algunos municipios de Tarragona, puesto que el acceso rodado es necesario para los servicios de la playa, remarca que el proyecto se ha redactado con el objetivo de adelantarse a la subida del nivel del mar. «No tenemos una varita mágica y nadie nos asegura que el nuevo muro nos aguante los próximos veinte años, pero hemos querido ser previsores y hacer una estructura muy consistente, tanto para aguantar la subida del nivel del agua como la fuerza cada vez más intensa de los temporales», apunta.

Altura de los muelles de Maó

La subida del nivel del mar es una posibilidad que también tienen muy presente en la Autoridad Portuaria de Balears (APB), desde donde ya se trazan planes para proteger el puerto de Maó ante la amenaza del cambio climático. «Tenemos estudios que apuntan a una subida del nivel del mar, aunque hay que ser cautelosos y huir del alarmismo, pero sí que debemos estar preparados y con las previsiones económicas hechas», asegura Vicent Fullana, delegado de la APB en Menorca. En este sentido, desde el ente que gestiona los puertos de interés general de Balears realizan un seguimiento constante para controlar la evolución del nivel del agua, y ya están trabajando en el aumento de la altura de algunos muelles. «No podemos levantar todo el puerto de golpe treinta centímetros, porque sería inasumible, pero sí que tenemos una planificación para ir asegurando primero las zonas más sensibles, como los muelles comerciales, y después el resto», desvela Fullana.

Zonas de más riesgo

En el puerto de Maó, una de las zonas que podrían verse más afectadas por la subida del mar es la Estación Naval, que tiene los muelles más bajos a causa de su antigüedad. Otro punto crítico es la zona de Sa Colàrsega, que además tiene un riesgo importante de inundación cuando hay lluvias fuertes. Estas dos zonas son las que preocupan más a los técnicos de la APB, porque pueden repercutir en el tráfico de pasajeros y de mercancías. También hay algunos muelles recreativos que se podrían ver especialmente afectados por la subida de las aguas, como los de la zona del Club Marítimo. Por ello, hay algunas marinas que ya están usando pantalanes flotantes, que permiten adaptarse al nivel del mar. «Como no se espera que la subida del mar sea brusca, sino progresiva, cuando se van haciendo inversiones ya se tiene en cuenta esta situación», enfatiza Fullana.

La adaptación, una prioridad

Desde la sede del Instituto Español de Oceanografía en Palma, Gabriel Jordà considera que las administraciones ya deberían tener entre sus prioridades las medidas de adaptación al cambio climático, porque requerirán de mucho tiempo para llevarse a cabo. «Este tipo de actuaciones será muy complicado, porque retirar la primera línea dará muchos problemas. Por eso, aprovechar situaciones como los daños causados por un temporal para hacer los cambios necesarios puede ser una buena estrategia», concluye.

Las claves
  1. El Ayuntamiento de Ferreries reforzará el paseo de Cala Galdana

    El Consistorio reforzará la estructura que protege el paseo marítimo para que resista la subida del nivel del mar y la fuerza cada vez mayor de los temporales.

  2. La APB prevé aumentar la altura de los muelles del puerto de Maó

    La Autoridad Portuaria de Balears ya tiene en cuenta la subida del mar en sus proyectos, y prioriza el aumento de la altura de los muelles de las zonas comerciales.

  3. Los expertos recomiendan empezar a aplicar medidas de adaptación

    Las actuaciones de adaptación a la subida del mar serán lentas y costas. Por ello, los expertos señalan que ya se deberían empezar a planificar.