El pavimento del eje peatonal se convierte en una pista de patinaje cuando se moja. | Katerina Pu

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El Ayuntamiento de Ciutadella está buscando una solución para los suelos resbaladizos del eje central del casco antiguo. Las baldosas que cubren el tramo entre las plazas de Ses Palmeres y la Catedral han perdido su función antideslizante y el pavimento se vuelve peligroso, especialmente cuando está mojado, ya sea por la lluvia o por efecto de la humedad.

Las últimas fechas se han realizado varias pruebas, que se suman a otras llevadas a cabo con anterioridad. De hecho, así lo recordó la alcaldesa de Ciutadella, Juana Mari Pons, en el último pleno municipal, «todos los equipos de gobierno hemos probado de poner líquidos», sin que ninguno haya dado resultados.

Frente a la Heladería Torres, se han abujardado algunas baldosas. | Katerina Pu

Ahora, desde el departamento de Mantenimiento y Mejora de la Vía Pública, su edil responsable, Esperança Juaneda, exponía ayer que recientemente se han hecho nuevos ensayos y se prevé hacer algunos más, ya que se han hecho contactos con empresas especializadas en busca de la fórmula idónea. «Estamos a la espera de que nos digan algo», decía la concejal, quien detalló que el último test realizado ha consistido en abujardar las losas, para generar relieves que permitan ganar adherencia. Se ha hecho en el inicio de Ses Voltes, justo enfrente de la Heladería Torres. «Hay varios grados de abujardado, hemos hecho el medio, pero tenemos que hacer más pruebas con el marmolista en otros lugares, con abujardados más lisos».

Causas

El principal motivo que encuentran los técnicos para explicar el desgaste que ha sufrido el pavimento es la arena con que se cubre el suelo por Sant Joan. Es así que actúa «como una lima», rebajando la rugosidad original del suelo, hasta dejarlo prácticamente liso y sin capacidad de adherencia.

La arena que cubre el suelo por Sant Joan ha erosionado las baldosas. | Katerina Pu

Esto mismo ocurre, según Juaneda, en las calles del casco antiguo donde se conservan los adoquines históricos, «llega un momento que están relucientes», precisamente, por el efecto de la arena.

Todo esto hace descartar, por ahora, cualquier posibilidad de renovar el pavimento de todo el eje central. «De momento no se contempla», señala Juaneda, por presupuesto y porque en un suelo renovado podría reproducirse la misma problemática dentro de pocos años.

El apunte

El proyecto de renovación del pavimento se ejecutó en 2005

El pavimento del eje peatonal del casco antiguo se renovó en 2005, en el marco del proyecto de rehabilitación de todo este tramo, que implicó una inversión de 1.347.000 euros, aportados por el Govern balear (el 75 por ciento) y el Ayuntamiento. Ya entonces se debatió sobre el tipo de baldosa que debía utilizarse, para evitar un suelo resbaladizo. Se hicieron consultas técnicas e incluso, como recordaba ayer la edil Esperança Juaneda, se recabó la opinión de los comerciantes, para obtener el mayor consenso posible. Finalmente, y tras descartar varios materiales, se decidió cubrir todo el tramo con unas baldosas de piedra calcárea, modelo «Zenit». Las obras se dividieron por fases, la primera, entre Ses Palmeres y la Plaça Nova, se extendió entre el 19 de enero, justo después de Sant Antoni, y el 30 de abril, antes de la temporada turística. El resto de fases se completaron tras el verano.