En el barrio de Dalt sa Quintana se prevén una gran promoción de viviendas sociales.  | Josep Bagur Gomila

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PSOE y Més per Menorca coinciden en la necesidad de destinar las futuras viviendas de protección oficial (VPO) de Ciutadella, a familias que respondan a perfiles distintos y no exclusivamente a partir de criterios económicos. No hacerlo así, advierten, sería correr el riesgo de «guetizar» un barrio, el de Dalt sa Quintana, ya suficientemente alejado físicamente del resto de la ciudad.

«Lo ideal», según el conseller del grupo socialista en el Consell, Eduardo Robsy, es «conseguir una mezcla de rentas, porque es lo que genera una mejor convivencia» en los barrios. Algo que se consigue con la presencia de jóvenes que actualmente no tienen capacidad de ahorro para acceder a la vivienda; personas mayores; familias con niveles de ingresos bajos; residentes; personas con necesidades especiales, que necesiten casas adaptadas.

Lo opuesto sería, expone Robsy, «cuando una promoción se llena con personas con rentas bajas, el riesgo es real, históricamente ha generado problemas». Y lo ejemplifica con un caso extremo, «Son Banya, en Palma, fue un intento por dignificar al colectivo gitano y mira como ha salido».

Punto de partida

Para quien fuera director general de Vivienda del Govern la pasada legislatura, no hay duda de que «es una gran noticia» que Ciutadella haya logrado ofrecer un solar al Instituto Balear de la Vivienda (Ibavi) para destinarlo a alquileres sociales. «Vale la pena estudiarlo», pero al igual que el conseller de Més per Menorca, Josep Juaneda, considera que se trata solo del punto de partida.

En este sentido, para el portavoz del partido menorquinista, el proyecto a desarrollar en Dalt sa Quintana «debe hacerse con una mirada global, con promociones de viviendas que generen comunidad». Algo que implica no solo los pisos como tal, sino que también tienen que tenerse en cuenta «otros parámetros de convivencia» al desarrollar el barrio, si habrá un colegio que pueda acoger al nuevo alumnado, si dispondrá de servicios para los vecinos (tiendas, supermecados), aparcamientos, transporte público, enumera.

Funcionarios desplazados

En el último pleno del Consell, Robsy presentó una moción, uno de los puntos de la cual era para instar al Ibavi a «destinar un 10 por ciento de todas las promociones de protección oficial a funcionarios de servicios públicos esenciales y de difícil cobertura», que a menudo renuncian a plazas en Menorca o las abandonan al no encontrar piso. El conseller socialista cree que contar en Dalt sa Quintana con gente que trabaja en Salud, las fuerzas y cuerpos de seguridad o los juzgados, «ayudaría a tener una diversidad de rentas» en la zona, y favorecería esta convivencia. Sin embargo, «es el Ibavi que debe plantearlo».

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Por otro lado, Juaneda recuerda que los terrenos ofrecidos por Ciutadella al Ibavi «son suelo rústico», el cual el Govern, recuerda Robsy, tiene la potestad de destinarlo a VPO sin necesidad de que el Ayuntamiento de Ciutadella deba acometer los preceptivos cambios en el planeamiento urbanístico.

Robsy estima que, «si el Ibavi tiene la capacidad de construir 160 viviendas», significa que la presión humana en esa zona aumentará en unas 400 personas. Circunstancia que debe tenerse en cuenta porque, como coincide con Josep Juaneda, hay que tener muy presente lo que supondrá en términos    medioambientales, por ejemplo, de consumo de agua potable o saneamiento.

El Consistorio responde

Por su parte, el concejal de Urbanismo en el Ayuntamiento de Ciutadella, Joan Benejam, considera que «todavía es pronto» para hablar de los criterios de asignación de las futuras 160 viviendas que se proyectan en Dalt sa Quintana. En cualquier caso, el Consistorio «cederá los terrenos a la conselleria y, a través del Ibavi, construirán los pisos». Por eso, «cómo lo harán y qué criterios pondrán, depende de ellos» y «como mucho podremos pedir algún local o pisos para emergencia social».

Sea como fuere, «es pronto, pero todo se puede hablar», señala Benejam, quien en último término recuerda que «el Ibavi es quien mejor sabe como están sus listas de espera y qué criterios se deben aplicar».

Marta Vidal pide ‘pedagogía’

Días atrás, en una mesa redonda organizada por el GOB y el Ateneu de Maó, la consellera balear de Vivienda y Territorio, Marta Vidal, reconoció que existe una «estigmatización» sobre la vivienda social y remarcó la necesidad de hacer «pedagogía» para cambiar su concepción por parte de la ciudadanía. «Hay alcaldes que no quieren que construyamos promociones en sus municipios, porque tienen una idea que no se corresponde con la realidad. Ahora, la clase media no puede acceder a la vivienda, porque es imposible».

Vidal añadió que el Govern, en el impulso del decreto de medidas urgentes en materia de vivienda, intenta «potenciar los alojamientos dotacionales», es decir, destinados a «jóvenes, mayores, colectivos de la sanidad, la educación, las fuerzas y cuerpos de seguridad».

A fecha de hoy, en Menorca hay 323 pisos VPO y hay 66 más en construcción (9 en Es Migjorn Gran, 11 en Fornells, 35 en Es Castell y 11 en Sant Lluís). Además, habrá 12 más en Alaior, 14 en Maó y los 160 de Ciutadella, según la conselleria.

El apunte

La AV Sa Colàrsega no ve adecuada tal cifra de pisos en un único lugar

La Associació de Vesins de Sa Colàrsega ha solicitado una reunión con la alcaldesa de Ciutadella, Juana Mari Pons, para conocer los detalles del proyecto de VPO en el barrio de Dalt sa Quintana. Así lo expone su presidente, Esteban Olivé, quien considera que no es habitual reunir, en un único enclave, 160 viviendas de protección oficial.

«Necesitamos más información, pero en principio no estamos muy de acuerdo», aún más «en una zona donde ya se hicieron viviendas de este tipo» y que «está mal comunicada» en cuanto a vías de entrada y salida.

Los vecinos del barrio de s’altra banda des port ven necesario que las futuras viviendas se distribuyan entre distintos segmentos poblacionales y, por tanto, verían adecuada la propuesta de PSOE y Més, de destinar residencias a colectivos como jóvenes o médicos.

«No puede ser que se vayan de Menorca por el precio de los alquileres», lamenta. Además, como añade la secretaria de la entidad, Josefina Egea, «somos conscientes de que los jóvenes necesitan vivienda y que están fuera de su alcance». Por eso, sería oportuno destinar parte de estas promociones a las nuevas generaciones.