Santiago Barber junto a la presidenta balear, De las Heras. | Katerina Pu

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Santiago Barber ha asumido el encargo de reestructurar el partido en Menorca a pesar de sus abiertas discrepancias con la única persona que ostenta cargo institucional en la Isla, Maite de Medrano. Suyo es el trabajo de reunificar la formación aunque sea prescindiendo de la consellera, a quien ha relevado ya de su puesto como responsable en Ciutadella, donde muy probablemente volverá a situar a Purificación García.

«Yo he entrado con la condición de no tener nada que ver con ella», zanja cuando se le cuestiona al respecto, aunque admite que la situación suene extraña, «sí, es una excepción pero tampoco es obligatorio que ella esté en un cargo orgánico», explica.

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Así, el propósito de Barber pasa por nombrar a los coordinadores de todos los pueblos «y a partir de aquí darnos a conocer, que la gente vea que en Menorca también tenemos un proyecto válido con el    liderazgo de Abascal y que Vox existe, por eso queremos que se implante nuestro programa electoral».

Tras su confirmación como nuevo hombre fuerte del partido en la Isla, entiende que a partir de ahora es «como un empezar de nuevo después de tantos meses sin actividad». Hacía falta que alguien cogiera el testigo «para continuar hacia adelante y recuperar lo que teníamos tras las pasadas elecciones, repetir resultados, al menos, o mejorar».

Barber tiene claro que la línea política la marca el comité provincial y, «tanto yo como ella (Maite de Medrano) colgamos de este comité, pero yo no tengo jurisdicción sobre ella ni ella sobre mi». Por eso admite que no sabe en qué términos se negocia la recuperación del pacto con el Consell, «no puedo influir en esta cuestión ni en esta persona», señala.