La plaza será mucho más diáfana, para el peatón. | Katerina Pu

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En Ciutadella, la promotora encargada de concluir la urbanización del Carrer Marino Benejam, ha acordado con el Ayuntamiento de Ciutadella, que acometerá la reforma de la Plaça Quintana de Mar, la cual presentaba un desnivel con relación a la calle, carecía de red de agua potable y presentaba un firme asfaltado, pero irregular. Se trata de un espacio catalogado como zona verde en el plan general urbano, pero que se ha venido utilizando a modo de aparcamiento, con una treintena de plazas.

Para dotar de servicios la calle Marino Benejam (paralela a la de Santa Bárbara, limitando con los huertos de Es Pla) ha sido necesario perforar la plaza. Es ahí, y teniendo en cuenta que estaba pendiente adecuar el espacio al uso que contempla el ordenamiento urbanístico, que los promotores han solicitado al Ayuntamiento establecer un convenio de colaboración para acometer una intervención que permita recuperar este espacio para el peatón.

Plano, con las jardineras y su integración con la calle Marino Benejam (derecha).

La promotora es IPAM Real Estate, cuyos titulares están al frente de la recién constituida Fundació Numa Espais de Cultura, que promueve, allí mismo, la puesta en marcha de un centro cultural. La plaza tiene una superficie de 1.025 metros cuadrados, y el objetivo es que haya una continuidad con la calle Marino Benejam, creando «una zona verde, diáfana, con grandes jardineras curvas», exponía ayer el arquitecto responsable del proyecto, Sebastià Pons.

De hecho, «el Ayuntamiento ha pedido suprimir las escaleras» que conectaban el parking con la cuesta que viene del puerto, porque «no había paso de cebra y era un peligro con los coches que suben rápido» desde el puente.

Inversión

Las obras de reforma van a cargo de la promotora, con un montante de 248.168 euros (IVA incluido). Ha sido necesario solucionar el desnivel que había entre la calle y la plaza, que en algunos puntos era de hasta 80 centímetros, y se han instalado las redes de alcantarillado, agua potable, pluviales y de baja tensión. Habrá grandes jardineras con distinta vegetación, que facilitarán la infiltración de agua.

En cuanto a la pavimentación, tendrá el mismo acabado que la calle, lo que favorecerá la integración de ambos espacios, potenciando el uso por parte de los peatones.

Sebastià Pons considera que, tanto la plaza como el nuevo centro de arte «quedan bien integrados en el entorno», aún más, teniendo en cuenta que en 2006 se proyectó en este punto una gran promoción de pisos, en siete parcelas. «No se llegó a ejecutar», celebra el arquitecto, quien considera que habría supuesto un gran impacto visual de la fachada de esa parte de la ciudad, visible desde Es Born o Sa Muradeta. Además, en cuanto a las plazas de aparcamiento que se suprimen, recuerda que hay otro a escasos 100 metros y se acaba de ampliar el de la antigua estación marítima, a solo dos minutos a pie. El Consistorio ha dado vía libre al proyecto, ya que existía la necesidad de completar la urbanización de este enclave de s’altra banda des port.