Imagen de Sa Caleta después del vallado instalado por la policía | Gemma Andreu

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Las playas de Son Xoriguer y Sa Caleta quedaron durante el día de ayer clausuradas y los bañistas fueron evacuados para evitar que entraran en contacto con el hidrocarburo que el viernes empezó a vertirse al agua procedente del cable eléctrico que está unido a Mallorca. De este modo, se unen a la playa de Cala en Bosc, que se encuentra cerrada desde el domingo, cuando se detectaron las primeras personas afectadas, con picor en los ojos, irritación y sarpullidos en la piel.

Las playas de Santandria y Cala Blanca siguen abiertas al público aunque en constante observación ante el riesgo que el combustible pueda llegar hasta ellas.

El vertido quedó ayer controlado después que los buzos, con la ayuda de una embarcación-grúa, sellaran los dos puntos de fuga. A través de drones y el radar se hace el seguimiento de las seis manchas detectadas, de entre 20 y 40 metros cuadrados, que han quedado esparcidas por el mar y han obligado a clausurar playas según se van desplazando a causa del viento y la marea.

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El incidente  obligó a decretar el nivel de emergencia 1 del Cambal, el Plan Especial de Contingencia por Contaminación Accidental de Aguas Marinas de Balears. Todas las administraciones implicadas se coordinan para tratar de minimizar el impacto del vertido contaminante e intentar devolver la normalidad cuanto antes.

Según informaron ayer las autoridades, aproximadamente el 60 por ciento del hidrocarburo se evapora en unas cuatro semanas, un hecho que puede verse acelerado por las altas temperaturas. No obstante, tanto desde el Govern, Consell y Ayuntamiento como Red Eléctrica aseguran que pondrán los medios necesarios para acelerar el proceso de disolución y eliminación del vertido.

Red Eléctrica contrató una brigada de seguridad privada, supeditada a la Policía Local, que colabora en el servicio de información y vigilancia. También ha incorporado dos equipos de ambientólogos para que elaboren un informe que permita conocer la magnitud del incidente y propongan un plan de actuación, que tendrá que ser validado por las administraciones públicas. Podría estar disponible en las próximas horas e incluirá medidas para eliminar el vertido a través de succión o absorción.