Imagen de los restos del «cap de fibló» que aún permanecen en la zona de Cala Galdana y que serán retirados en septiembre

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La limpieza de los restos de vegetación ocasionados por un cap de fibló en la zona de Macarella y Cala Galdana a principios del pasado mes de abril se desarrollará mediante un helicóptero en algunas de las zonas afectadas, dada la dificultad de acceso a vehículos pesados que presenta la escarpada orografía de las parcelas. Así lo han confirmado fuentes de la delegación de la Demarcación de Costas en Balears.

Los trabajos –que ya cuentan con un presupuesto aprobado de 100.000 euros– se desarrollarán durante el mes de septiembre, una vez finalice la actual temporada turística. Los restos han permanecido durante meses en la zona, convirtiéndose en un posible polvorín durante una época de riesgo de incendio máximo. El Instituto Balear de la Natura (Ibanat) actuó de urgencia para despejar los caminos afectados y en los márgenes de algunas de las vías se encuentran ahora grandes troncos o conjuntos de ramas que fueron apartados por los operarios.

Retirada de las fincas

Además del terreno público, el tornado que entró por Punta Nati también alcanzó a algunas fincas privadas cercanas a Macarella y Cala Galdana.

En muchas de ellas ya se han finiquitado las tareas de recogida, gracias a acuerdos alcanzados con empresas especializadas. Uno de los ejemplos es el «lloc» de Torralbet. Los payeses responsables alcanzaron un acuerdo con una firma de Alaior, que ha retirado los restos con la condición de quedárselos para un aprovechamiento posterior. El marcado calor del presente verano ha sido todo un inconveniente para unas tareas que se han desarrollado al aire libre, así como el alto tráfico que han registrado las vías de acceso a las playas vírgenes del sur desde el inicio de la temporada.