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La familia propietaria de la atracción «Rodeo Americano» en la que un niño de 10 años resultó gravemente herido el 6 de septiembre en la feria de Maó, niega deficiencias en el montaje, como ha indicado el Ayuntamiento. Por este motivo aguarda la recepción del expediciente sancionador que le ha abierto el consistorio y está dispuesta a llegar a juicio si hiciera falta. El seguro le cubre un millón de euros de posible responsabilidad civil, explica, «somos la sexta generación de feriantes y nunca ha pasado nada».

La portavoz de la familia reitera que «cada vez que montamos la atracción recibimos la inspección de un ingeniero técnico que nos da el visto bueno, como sucedió esta vez». Asegura que el montaje «es el mismo que aparece en el proyecto aprobado por la Conselleria de Hacienda, incluso mejor porque cambiamos las colchonetas y las pusimos más gruesas en el piso y a la entrada», aunque sigue habiendo un espacio abierto por donde cayó el menor a la plataforma donde quedó enganchado por la máquina, lo que supuso su cierre en las fiestas.

La familia de feriantes, que dispone de otras atracciones, adquirió el «Rodeo Americano» el pasado invierno y lo estrenaron en las fiestas de Menorca. Desde que fuera precintado en Maó no lo han vuelto a montar, «ahora en Navidades lo llevamos a Eivissa y luego a Mallorca. No tenemos cancelación ni prohibición», dice.

Sostiene la portavoz que la única forma en la que puede explicarse el accidente es que el niño quisiera salir antes de que estuviera completamente detenida. Imágenes de vídeo, sin embargo, desmienten que fuera así.